Gabriela Bravo dimitirá en el momento que se convoque la Mesa de las Cortes

La consellera en funciones rectifica a Aitana Mas y le recuerda que la relación entre legislativo y ejecutivo "no es de separación, sino de colaboración"

Gabriela Bravo, en las Cortes Valencianas

Gabriela Bravo, en las Cortes Valencianas / Miguel Ángel Montesinos

La consellera de Justicia en funciones, Gabriela Bravo, se ha quitado rápidamente el foco de encima. La titular autonómica y ahora también elegida como vicepresidenta segunda de las Cortes Valencianas confirmó ayer que dimitirá de su cargo en el Consell en cuanto se convoque la Mesa del Parlamento autonómico. 

Con el informe de la Abogacía de la Generalitat Valenciana bajo el brazo, Bravo cerró de portazo la polémica que se levantó dos días atrás, cuando Carlos Mazón puso en duda la legalidad de que pudiera compatibilizar los dos cargos. El documento jurídico finalmente ha dado la razón a ambos, pues si bien señala que, en estos momentos, el cargo es compatible con el escaño en las Cortes, advierte de «incompatibilidad de facto» a la hora de ejercer las funciones en la Mesa de la Cámara autonómica. «Creo que estos ataques se deben a una gran irresponsabilidad del señor Mazón y de su partido y se hace, porque mientras hablamos de estos debates estériles, no se habla del acuerdo» con Vox, concluyó.

La denuncia del presidente del PPCV ha servido para que el PSOE se vea obligado a hacer público el calendario y la salida de un peso pesado del Ejecutivo valenciano, pese a que sea una semana antes del fin del mandato. 

A pesar de que tanto Puig como Bravo quisieron restar importancia a esta decisión, la estrategia de los populares sigue marcándose tantos por varios motivos. En primer lugar, ha hecho caer al secretario general socialista en una contradicción pública. En segundo, el PP ha vuelto a evidenciar que las diferencias entre los socios mayoritarios del Botànic empiezan a ser gigantescas a muchos niveles. 

En el primer caso, hay que tener en cuenta que los socialistas celebraron ayer su comité de campaña para establecer la nueva estrategia de cara al 23J, asunto central, como reconoció el propio Puig. Pero la polémica con su sucesor sigue centrada en el calendario de las Cortes. «En ningún momento, se ha acercado ni el presidente del Partido Popular, ni ningún miembro del PP, para decir que querían que se acortaran algunos plazos. Cuando lo digan y a partir de la constitución de la Mesa, nosotros tenemos la voluntad de hacer esta transición lo más rápido posible», afirmó.

«Queremos una transición absolutamente modélica», dijo para añadir: «El Partido Socialista no está retrasando nada. Está cumpliendo el reglamento». Puig reiteró que se ponía a disposición de Mazón; sin embargo, subrayó que el PP no le va a marcar nunca la agenda y que la organización del grupo parlamentario se oficializará el jueves 6 de julio tras el comité del día anterior. Es decir, que apurará el plazo que da el reglamento del Parlamento valenciano y hasta que eso no ocurra, la presidenta de las Cortes no puede llamar a los síndicos para que presenten candidatos a la presidencia del Gobierno valenciano.

Más tensión entre los socios

Por otra parte, están las relaciones entre PSPV y Compromís. Tras el capítulo de la Mesa de las Cortes, ya se disimula poco o nada. Así mientras la portavoz y vicepresidenta en funciones, Aitana Mas, intentó guardar las formas sin éxito y cuestionó indirectamente a la consellera socialista Gabriela Bravo en su doble condición de miembro del Consell y vicepresidenta segunda del órgano rector del Parlamento, esta no dudó en responderle. «También quiero añadir para todos aquellos que nos dan clases de Constitucional, que la relación entre el poder ejecutivo y legislativo en nuestro sistema español no es de separación absoluta de poderes, porque precisamente nuestra Constitución permite a los miembros del Ejecutivo formar parte del legislativo, y al mismo tiempo tener iniciativa legislativa. Es una relación de colaboración desde el respeto institucional», declaró ante los periodistas.

En cualquier caso, el cruce de frases no es nuevo en esta relación entre portavoz del Botànic y consellera de Justicia, si bien es cierto que la portavoz y dirigente de Compromís salió a la rueda de prensa tras el pleno del Consell el pasado jueves sin conocer un informe de la Abogacía de la Generalitat Valenciana que existía desde el martes 27 y en el que se ponía, blanco sobre negro, qué suponía la presencia de Gabriela Bravo en la Mesa de las Cortes y cuándo las labores ejecutivas (a pesar de estar en funciones) y legislativas entrarían en colisión.