La nueva ola de bajas en Iniciativa aviva el debate de la necesidad de Compromís de ir a un partido único

El desgaste de Aitana Mas en las primarias provinciales de Compromís en su batalla con Gerard Fullana, la elección de Enric Morera como senador territorial en detrimento de Carles Mulet o la ola de bajas que se produjo en València el pasado mes de octubre, con la marcha del partido del concejal Sergi Campillo a la cabeza, seguida de la de otros integrantes que fueron cargos en el Botànic, son solo algunos de los episodios que han tensionado a Iniciativa, una de las patas que componen a Compromís, en los últimos meses. La sangría parece no detenerse ahí. Prueba de ello es que esta semana se ha dado una nueva tanda de bajas, esta vez en Castellón. En la provincia al norte de la Comunidad Valenciana se han producido salidas sonadas, como la de la diputada en las Cortes Verònica Ruiz, considerada un valor al alza en la formación.

La designación de Morera como senador dinamita la relación entre Més e Iniciativa

La situación de debilidad que expone Iniciativa aviva el debate sobre el futuro que debe afrontar la formación en los próximos años, una vez que los tiempos del Botànic quedaron atrás y que el Partido Popular vuelve a gobernar en la Comunidad. Son cada vez más las voces internas que hablan de la necesidad de una catarsis. Más disparidad de opiniones se producen a la hora de decantase por el modelo que debe vehicular este cambio. Algunos sectores apuestan por una federación, emulando a Izquierda Unida, por ejemplo. Pero ante tanta baja la opinión que empieza a ser cada vez más mayoritaria es que lo mejor para Compromís sería convertirse en un partido único y no una coalición se siglas. 

Las bajas que se han confirmado esta semana en Castellón, junto a las que se dieron previamente en Valencia, están teniendo el denominador común de que llegan por parte de cargos públicos. Las elecciones del año pasado dejaron a Iniciativa con muy poca representación en la provincia, lo que lleva a pensar en el seno del partido que la oleada de salidas no tendrá la misma réplica en el territorio alicantino, ya que los militantes que se dieran de baja no tendrían el sustento del cargo público. «Son personas que saben que tienen un colchón y que cuentan con tres años por delante para jugar sus cartas a nivel orgánico dentro de Compromís», afirman referentes de Iniciativa.

Conflicto

Estas voces también señalan que la mayoría de las bajas se dan por intereses personales, sin que importen las cuestiones políticas. En este punto, el de los intereses personales, el conflicto que vive la formación entre Aitana Mas, coportavoz de Iniciativa junto a Alberto Ibáñez, y la exconsellera Mireia Mollà se presenta como uno de los grandes escollos a superar. La relación entre ambas, que tuvo se episodio de mayor tensión en el Botànic, cuando Aitana Mas, como vicepresidenta, destituyó a Mireia Mollà, parece irrecuperable. En este punto está por ver el papel que desempeña el sector ilicitano, con el histórico dirigente Pasqual Mollà a la cabeza, que también se está dejando querer por Sumar, en los primeros pasos del proyecto de Yolanda Díaz para configurar su estrategia orgánica en el seno de la provincia. 

En medio de todo esto hay más factores en juego, como la asamblea que celebrará Iniciativa a finales de febrero, en la que no se renovarán los cargos directivos, o la relación que mantiene con Més, el partido mayoritario en Compromís, un trato que no atraviesa por su mejor momento. Esta situación es la que lleva cada vez a más voces a abogar por un partido único, para consolidar un proyecto en horas bajas, y a reclamar un debate más profundo sobre las respuestas políticas que se tienen que dar ante los retos del presente.