Si en el año 2020 fueron el papel higiénico, la levadura y la harina. En 2021 le toca a las linternas y a los camping gas. La obsesión por acumular provisiones para un posible apagón eléctrico se ha apoderado de muchas personas desde que, hace ya unas semanas, el Ministerio de Defensa de Austria lanzase una campaña para preparar a sus ciudadanos para un "gran apagón" eléctrico.

Fueron las declaraciones de la ministra austriaca, Klaudia Tanner, sobre un posible fallo eléctrico masivo las que hicieron saltar todas las alarmas europeas: "la cuestión no es si habrá un gran apagón, sino cuándo". Alemania y Suiza han seguido los pasos de Austria para preparase para un "gran apagón"(blackout, en inglés) con campañas publicitarias y consejos de supervivencia. Y aunque en España la ministra de Transición Ecológica y Reto Demográfico, Teresa Ribera, se apresuró a explicar que España cuenta con reservas de gas para entre 40 y 43 días, lo que llegaría para cubrir 20 episodios como el de Filomena y aseguró que España es "casi una isla energética"; muchos españoles se han lanzado a comprar provisiones para elaborar su kit de supervivencia para un apagón. De hecho, varios productos básicos de los recomendado para este kit han experimentado un crecimiento exponencial de ventas en las últimas semanas.

Pero esto del gran apagón no es nada nuevo y a lo largo de la historia ha habido ya varias grandes interrupciones en el suministro de electricidad por diversos motivos, entre ellos una tormenta solar de una intensidad inusual.

El 2 de septiembre de 1859, una tormenta solar, conocida como Evento Carrington, provocó la interrupción del servicio de telégrafo en toda Europa y América del Norte. Durante este fenómeno, considerado una de las tormentas solares más potentes de la historia, pudieron observarse auroras boreales en toda Norteamérica que llegaron hasta Cuba y Colombia o, incluso, Roma, Madrid y las Islas Baleares.

Otro gran apagón tuvo lugar el 9 de noviembre de 1965, cuando una interrupción en el suministro eléctrico afectó a varios estados en Norteamérica: Massachusetts, New Hampshire, Nueva Jersey, Nueva York, Pensilvania, Rhode Island y Vermont. Así como Ontario, en Canadá. Aquel día, más de treinta millones de personas se quedaron sin electricidad durante más de trece horas en 207.000 kilómetros cuadrados. La fotografía del skyline de Nueva York completamente a oscuras fue la portada del New York Times, que tuvo que echar mano de una imprenta externa, del 10 de noviembre y supuso todo un hito histórico. Además, 800.000 personas se quedaron atrapadas en el metro de Nueva York.

En Utah ocurrió otro gran apagón el 8 de enero de 1981. Una explosión en una prisión dejó sin luz durante 138 días a más de un millón y medio de personas.

El 13 de marzo de 1989, una tormenta solar provocó el colapso de la red eléctrica de Hydro-Québec. La eyección de masa coronal solar el día 9 de marzo, causó un fallo en un transformador, desembocando en un apagón general que duró más de 9 horas y afectó a más de 6 millones de personas. 

Mucho más duró el apagón provocado por la guerra en Crimea (Ucrania) en 2015. Más de un millón de personas estuvieron sin suministro eléctrico durante 94 días en pleno invierno después de que un grupo de radicales ucranianos dinamitara las torres de alta tensión que llevaban la electricidad a la península desde Ucrania.