CRÓNICA NEGRA DE LA CIUDAD

El atraco a una joyería en Alfonso El Sabio con tiroteo que puso los pelos de punta a toda Alicante

Recordamos todos los detalles del asalto que se saldó con la muerte de uno de los ladrones, tres ciudadanos heridos de bala y el secuestro de otros dos

El atraco a la joyería Siglo XXI en Alicante es uno de los sucesos más vivos en la memoria de los alicantinos

El atraco a la joyería Siglo XXI en Alicante es uno de los sucesos más vivos en la memoria de los alicantinos / DAVID RODRÍGUEZ

Mercedes Alfaro Rueda

Mercedes Alfaro Rueda

Ocurrió hace casi 12 años, pero es un suceso que sigue muy vivo en la memoria colectiva de los alicantinos. El atraco a una joyería en Alfonso El Sabio, que se saldó con la muerte de uno de los ladrones, tres ciudadanos heridos de bala y el secuestro de otros dos, es uno de los episodios más destacados de la historia negra de Alicante.

Eran las 20.30 horas de 1 de octubre de 2011 cuando, en plena hora punta y con el trasiego de gente y vehículos habitual en el centro en un sábado, tres individuos asaltaron la joyería Siglo XXI, ubicada en una esquina de la citada avenida con la calle entonces César Elguezábal, hoy Susana Llaneras.

Armados hasta los dientes

Los atracadores iban armados con escopetas de cañones recortados, una granada de mano y un subfusil, vestían de negro en su totalidad y ocultaban sus identidades con guantes, caretas, pasamontañas y chalecos antibalas.

Entraron al establecimiento y obligaron a empleadas y clientes a tirarse al suelo. A una trabajadora le golpearon en la cabeza para que abriera la caja fuerte, aunque no lograron acceder a ella gracias al dispositivo de retardo de apertura. También agredieron a otra empleada y vaciaron todos los escaparates del local, apoderándose también de numerosas joyas de las vitrinas.

Fue un transeúnte que se percató del robo quien avisó a la Policía, que acudió enseguida al lugar debido a la gran proximidad de la Comisaría. La mayoría de los presentes destacó una vez se resolvió el caso la rapidez con la que actuaron las fuerzas de seguridad: "Se han personado enseguida, nada más comenzar el atraco".

Los atracadores abrieron fuego indiscriminado contra los policías a pesar de estar la calle llena de gente

Los criminales vieron llegar a los agentes mientras que se encontraban cargando el botín en su coche, aparcado frente a la puerta de la joyería.

Varios coches radiopatrullas pertenecientes a la Brigada Provincial de Seguridad Ciudadana llegaron a la zona, el primero de cuales fue recibido a tiros por los atracadores, que abrieron fuego indiscriminado contra los agentes. Este vehículo policial recibió 16 impactos de bala y los agentes, tras salir del coche, repelieron la agresión con sus armas reglamentarias.

Comenzó entonces un tiroteo en el que, según los testigos, hubo más de 30 disparos. El enfrentamiento acabó con la muerte de uno de los tres cacos ya que, pese a llevar chaleco antibalas, ese delincuente, de 30 años, recibió un impacto de bala en la cabeza que entró por un lado de la cara y salió por el otro extremo. Un proyectil también alcanzó a un policía, aunque afortunadamente fue en su chaleco y no resultó herido.

El cuerpo del atracador abatido

El cuerpo del atracador abatido

Ataques de ansiedad y el "quiosco salvavidas"

Sin embargo, el fuego cruzado tuvo más víctimas. Un segundo coche policial también fue recibido a tiros y al final los atracadores hirieron con sus disparos a un hombre que esperaba el autobús, a otro que circulaba en su vehículo y a la dueña de una zapatería que estaba en su tienda. La más grave fue esa mujer de 51 años que presentaba una herida de bala en el costado izquierdo. Un informe de la Policía Científica atribuyó la bala a munición de un Kalashnikov de los delincuentes. La víctima fue ingresada en el hospital de San Juan aunque no se temía por su vida. El segundo afectado fue un hombre de 63 años con una herida abierta en el torso y al que unas esquirlas de bala se le incrustaron en la espalda. El tercero fue un joven de 23 años al que el rebote de un proyectil le dio en la muñeca cuando conducía su vehículo. Los dos varones fueron trasladados al Hospital General de Alicante.

La conmoción por lo sucedido hizo que varias personas, entre ellos un niño de 11 años, tuvieran que ser atendidas por los efectivos sanitarios por ataques de ansiedad, entre ellas las tres dependientas de la joyería.

Un quiosquero cuyo establecimiento recibió una docena de impactos comentaba que iba a llamarle el "quiosco salvavidas" porque muchos viandantes se protegieron allí.

La mujer herida más grave fue operada y pasó a planta al día siguiente al evolucionar favorablemente, mientras que los otros dos heridos fueron dados de alta sin necesidad de ingreso.

Dos mujeres en estado de shock tras el tiroteo

Dos mujeres en estado de shock tras el tiroteo

Huida con toma de rehenes y un héroe anónimo: "Parecía una película de Hollywood"

Al ver cómo su compañero había sido abatido, los otros dos asaltantes trataron de huir a pie por la calle César Elguezábal. Uno de ellos fue detenido en el paseo de Canalejas por un transeúnte cuando estaba huyendo a pie tras el tiroteo. Una mujer que presenció el arresto explicó a este periódico la espectacularidad de la acción: "Parecía una película de Hollywood. Estábamos con los niños en los columpios del paseo cuando de repente irrumpieron una serie de personas a la carrera, con las armas en la mano".

"Le trastabillé pese a intentar hacer un quiebro y una vez en el suelo lo cogí del cuello hasta que lo detuvieron", explicaría más tarde al tribunal que juzgó a los ladrones el joven héroe que facilitó la captura del asaltante.

"Le trastabillé pese a intentar hacer un quiebro y una vez en el suelo lo cogí del cuello hasta que lo detuvieron"

El tercer atracador se desentendió de su compañero y prosiguió su huida corriendo hasta el centro comercial Panoramis, que fue rápidamente acordonado por la Policía para intentar evitar su escapada. Sin embargo, según informaron fuentes policiales, el ladrón se metió en una furgoneta en la que iba una pareja y los tomó como rehenes.

"Perdón señora, no quiero hacer esto, tengo familia", dijo a la mujer obligándola a ella y a su marido a dirigirse a la carretera de Agost, donde los liberó a la altura de un club. A partir de allí siguió con su fuga con el vehículo robado en dirección desconocida.

Los agentes localizaron la vivienda en la que se ocultaba este delincuente, un chalé situado en la Cañada de Fenollar de Alicante, donde se organizó un dispositivo de control.

Sobre las dos de la madrugada, los agentes observaron cómo este atracador, junto con otro individuo, salía del domicilio y se dirigía en un vehículo a Castellón.

Ambas personas, que al parecer pretendían huir a Francia, fueron interceptadas y capturadas en la localidad castellonense de La Pobla Tornesa por los agentes de la Brigada Provincial de Policía Judicial-UDEV de Alicante con el apoyo de los GOES de la Jefatura Superior de Policía de Valencia.

"Creíamos que estaban celebrando la victoria del Hércules con una traca"

El suceso provocó, lógicamente, un gran revuelo en la ciudad. En el lugar de los hechos, con el cuerpo del atracador fallecido todavía en el suelo, se agolparon decenas de viandantes y curiosos. Pero más de quince patrullas de la Policía fueron movilizados para montar un gran perímetro de seguridad que abarcó prácticamente toda la avenida de Alfonso El Sabio: desde el Mercado Central hasta la Plaza de los Luceros.

Las terrazas de los bares y restaurantes fueron desalojadas de inmediato por los agentes, que impidieron el paso a toda persona ajena a lo sucedido. Hasta se prohibió el paso a los residentes en la zona y a las personas que tenían estacionados sus vehículos en los aparcamientos subterráneos.

El corte al tráfico de una arteria tan clave en el centro y encima a la hora en que se produjo el atraco, momento en el que coincidían las personas que realizaban las últimas compras con las primeras que salían a cenar y disfrutar de la noche, aumentó el caos.

Curiosos observando la escena desde el perímetro de seguridad instalado por la Policía

Curiosos observando la escena minutos después de producirse el tiroteo

"Creíamos que estaban celebrando la victoria del Hércules con una traca", explicaba una señora que se encontraba realizando compras en uno de los establecimientos de la zona. Los clientes que se encontraban en la zapatería infantil El Tren, ubicada justo en la acera de enfrente de la joyería atracada estaban todavía en shock ya que hasta allí habían llegado los casquillos de la munición.

Los numerosos disparos efectuados por los tres atracadores causaron daños por valor de unos 4.500 euros en siete comercios, oficinas e inmuebles, según recogió el auto de procesamiento, que también incluyó una reclamación de 1.670 euros del Ayuntamiento de Alicante por los impactos en una farola y un semáforo.

Uno de los testigos relataba que la gente se había escondido "incluso en los aparcamientos subterráneos", por lo que el pánico suscitado por el tiroteo se extendió hasta los bajos del centro de la ciudad. "Han salido disparando con pistolas y recortadas", recordaba otro de los hombres que presenció los hechos en directo.

Balazos en fachadas a más de 50 metros de distancia: "Nos podrían haber matado"

El agujero de un balazo en el cristal de un establecimiento tras el tiroteo

El agujero de un balazo en el cristal de un establecimiento tras el tiroteo

El tiroteo pudo haber tenido consecuencias mucho más graves. Los disparos alcanzaron la fachada de establecimientos situados a más de cincuenta metros de distancia, lo que causó un gran pánico entre las numerosas personas que se encontraban en ese momento en el lugar de los hechos.

Muchas personas hicieron con sus móviles fotos a los boquetes de gran diámetro que se podían apreciar en cristales, paredes y persianas. "Es impresionante. Fíjate cómo han pasado las balas, prácticamente a la altura de la cabeza. Nos podrían haber matado", se decían unos a otros los allí presentes.

La Policía científica examinó minuciosamente el vehículo de los atracadores, un Renault Megane de color azul oscuro. Una hora y media más tarde del cruce de balas aparecieron en escena los agentes de la Policía judicial y los forenses, encargados de levantar el cadáver.

En torno a las 22.30 horas los restos mortales fueron introducidos en un furgón del Instituto de Medicina Legal, donde fueron trasladados en dirección al Hospital General para ser sometidos a una serie de pruebas para determinar si presentaba más heridas u orificios de bala.

Recuperadas todas las joyas y un coche robado en Elche

Los agentes recuperaron todas las joyas robadas, ya que las portaba el atracador abatido, e intervinieron dos vehículos, uno de ellos robado tres días antes en Elche, varias armas de fuego y diversas prendas, como chalecos antibalas, caretas, pasamontañas y guantes.

Los arrestados, de edades comprendidas entre 24 y 61 años y nacionalidad francesa, fueron puestos a disposición judicial. Con estas detenciones, la Policía Nacional desarticuló un "peligroso" grupo organizado que más tarde se supo que estaba acusado de atracar tres casinos en Francia.

Los atracadores, miembros de la mafia marsellesa

Los tres condenados por el atraco a la joyería en Alicante

Johnny Laux, Jacques Ruiz y Cherif Lakhar, los tres condenados por el atraco a la joyería en Alicante / HÉCTOR FUENTES

No se les conocía actividad laboral alguna y operaban de forma organizada cometiendo atracos con armas peligrosas y provistos de medios sofisticados de protección, chalecos antibalas, uniformados de negro y con los rostros cubiertos para evitar su identificación. De esta forma catalogó el magistrado titular del juzgado de Instrucción número 1 de Alicante, Santiago Hoyos, a los miembros de la banda francesa que atracó la joyería, que fueron procesados por 23 delitos castigados con 136 años de cárcel en su grado máximo.

El auto de procesamiento de los tres acusados recogía que estaban imputados por el juzgado de Instrucción de Aix en Provence (Francia) por tres asaltos a mano armada cometidos en 2011 en casinos franceses, donde el botín global superó los 371.000 euros y en uno de los cuales hirieron a unos policías en un tiroteo al salir de robar en el Casino Partouche el 26 de junio. Dichos atracos, cuya imputación no había sido comunicada hasta entonces a las defensas, fueron cometidos con fusiles de asalto tipo Kalashnikov y escopetas, armas similares a las empleadas en el robo de Alicante.

Los tres procesados tenían cartas de identidad francesas, aunque uno de ellos, Jacques Ruiz, nació en Churra (Murcia) y tenía al menos dos condenas de la Audiencia de Alicante por atracos. Otro procesado era su hijastro, Johnny Laux, sin antecedentes penales, y el tercer imputado era el marsellés de origen marroquí Cheri Lakhar, del que se descubriría un amplio historial delictivo. El abogado de Jacques Ruiz, Francisco Miguel Galiana Botella, pidió su libertad provisional en el juzgado al considerar que eran "débiles" los indicios que había contra su cliente.

El juez fijó para los procesados una fianza de 250.000 euros para asegurar las indemnizaciones que les pudieran imponer y señaló que los hechos investigados podían ser constitutivos de 23 delitos: cinco tentativas de asesinato, dos detenciones ilegales, cuatro de lesiones, dos de atentado, un robo con intimidación en grado de tentativa y uso de armas, uno de falsedad, uno de asociación ilícita, uno de depósito de armas de guerra, un hurto de coche, dos de atentado y cinco de daños. El juez entendía que Lakhar era autor de todos los delitos, Laux de todos excepto las detenciones ilegales y Ruiz del de robo con intimidación, falsedad, asociación ilícita y depósito de armas.

Así planearon el asalto

Según el auto de procesamiento, en septiembre se trasladaron a una casa alquilada en la partida alicantina de La Cañada del Fenollar. Los tres imputados y el cuarto acusado muerto en el tiroteo, Alexandre Distanti, planearon allí el asalto. Robaron un coche en Elche al que alteraron la matrícula para acudir al atraco y recogieron las armas en la casa.

El armamento que tenían eran dos escopetas con las culatas y cañones recortados, un subfusil Kalashnikov tipo AK-47 que no fue recuperado, dos cargadores del fusil de asalto con 29 cartuchos, otros ocho cartuchos semimetálicos para las escopetas y una granada de mano militar de Yugoslavia.

Laux, Lakhar y Distanti se colocaron chalecos antibalas para perpetrar el atraco y salieron de la casa, en la que se quedó esperando Ruiz con un coche francés preparado para huir si era necesario, según el auto.

Tal y como publicaron los medios de comunicación franceses, Distanti pertenecía a la conocida como "banda de las joyerías", que robó un millón y medio de euros en los 13 atracos que cometió entre noviembre de 2006 y febrero de 2007.

La sorpresa de la sentencia: solo 3 años para el presunto cerebro del golpe

Jacques Ruiz en dos imágenes a su entrada y salida de los juzgados de Alicante

Jacques Ruiz en dos imágenes a su entrada y salida de los juzgados de Alicante / ANTONIO AMORÓS

La Audiencia Provincial de Alicante condenó a 63 y 70 años de cárcel respectivamente a los dos autores materiales del asalto, Johnny Laux y Cherif Lakhar. El fallo les impuso un límite máximo de cumplimiento de veinte años de cárcel para cada uno, recalcando expresamente que para empezar a disfrutar de beneficios penitenciarios el cómputo de tiempo sería sobre la totalidad de las penas impuestas en la resolución.

La sorpresa del fallo fue la condena a solo tres años de prisión a Jacques Ruiz, al que se atribuía la planificación del golpe y para quien se pedían 17 años, tras no considerarse probado que participara sino que su papel fue el de mero encubridor.

La sentencia condenó a Laux y Lakhar por los delitos de robo con violencia en grado de tentativa, falsedad documental, depósito de armas de guerra, seis tentativas de homicidio por los disparos a los policías, cinco delitos de lesiones por las heridas recibidas por los transeúntes que se vieron implicados en los hechos, atentado a la autoridad y hurto de uso del vehículo que se usó para perpetrar el atraco. A Lakhar le condenó, además, por el secuestro del matrimonio al que abordó, subfusil en mano, para que le alejaran del escenario del golpe frustrado, así como por haber agredido a la mujer con la culata del arma cuando subió al coche.

El fallo consideró que los disparos dirigidos a los seis agentes del Cuerpo Nacional que estaban frente al establecimiento pusieron en grave riesgo sus vidas, pero descarta que los hechos sean una tentativa de asesinato, tal y como pedía la Fiscalía, ya que estimó que éstos pudieron defenderse, y por tanto les condenó por intento de homicidio.

A pesar de que Johnny Laux reconocía su participación en el golpe y alegaba que no intervino en el tiroteo, la pena que se le acabó imponiendo fue prácticamente la misma que la del otro atracador que llevaba el subfusil. Para la Audiencia, desde el momento en que éste se concertó con los otros atracadores «portando armas de guerra y escopetas de cañones recortados, con la correspondiente munición y pertrechados con chalecos antibalas» estaba asumiendo el riesgo de un enfrentamiento con la Policía. El fallo señala que, aún en el supuesto de que Laux no hubiera portado ningún arma, éste sería coautor de todos los delitos cometidos durante el asalto.

El levantamiento de cadáver de Alexandre Distanti, el ladrón abatido

El levantamiento de cadáver de Alexandre Distanti, el ladrón abatido / DAVID RODRÍGUEZ

Por su parte, Cherif Lakhar, que negaba su participación en el golpe, el fallo se basa en el hecho de que fuera identificado por el matrimonio al que secuestró para huir de la ciudad tras el golpe. La mujer aseguró en el juicio que nada más bajarse del coche al llegar al lugar dónde éste les exigió que le llevaran, se quitó la capucha y pudieron verle el rostro. También subraya la sentencia que sus huellas estaban en la misma vivienda que había compartido con los otros atracadores.

Sin embargo, en cuanto a Jacques Ruiz, padre de Johnny Laux, la Audiencia concluyó que no quedaba probado que participara en la planificación o la ejecución del atraco. Tan sólo creen acreditado que Ruiz se prestó a ayudar a Cherif Lakhar a fugarse, prestándose a trasladarle en su coche hasta Francia a las pocas horas del golpe. Ambos fueron arrestados en un área de servicio de Castellón. El tribunal entiende que es «increíble» que Lakhar no le hubiera dicho nada de lo ocurrido, en un atraco en el que había muerto otro de los participantes que se alojaba en la misma casa y en el que el hijo de éste había sido detenido. Por ello, condenan a Ruiz por encubrimiento, al entender que estaba ayudando a su compañero a eludir a la Policía.

Las indemnizaciones a los afectados

Las indemnizaciones para los heridos y los afectados por los daños causados en el tiroteo ascendieron a 82.472 euros que debían pagar los dos acusados de su bolsillo, según la sentencia. La Sección Segunda de la Audiencia Provincial descartó que el Consorcio de Compensación de Seguros tuviera que asumir el pago de todas estas indemnizaciones, tal como había pedido la Fiscalía. El fallo consideró que la pretensión del ministerio público carecía de cobertura alguna y que el citado organismo oficial no puede responder de los daños y perjuicios ocasionados por los acusados.

La joyería Siglo XXI al día siguiente del atraco

La joyería Siglo XXI al día siguiente del atraco

Entre los perjudicados figuraban un total de once afectados: los cinco policías que fueron recibidos a tiro limpio por los atracadores y que sufrieron un trastorno de estrés agudo y alguna lesión (16.686 para todos); las dos empleadas de la joyería que fueron agredidas por los asaltantes (11.760 y 10.060 euros) ; el hombre que fue alcanzado por un balazo mientras esperaba el autobús (5.200 euros); el joven que recibió un disparo en la mano cuando pasaba con su coche junto al lugar del atraco (7.060 euros); a la comerciante que recibió un disparo desde la acera de enfrente (14.060 euros); a la mujer que fue secuestrada por uno de los atracadores para huir (10.440 euros).

El resto de las indemnizaciones fueron destinadas a los daños causados en el tiroteo. Entre los perjudicados, estaba el Ayuntamiento de Alicante que percibió un total de 1.670 euros por los desperfectos causados en el mobiliario urbano. Los acusados no tuvieron que indemnizar por los daños causados por las balas de la policía en el coche que robaron para el atraco. En el juicio se dijo que ese dinero lo pagaría el Consorcio de Seguros.