La Policía impide a los trabajadores de Fontcalent entrar en coche a la cárcel

Los funcionarios critican que pese a no haber protesta en Fontcalent han tenido que aparcar en el polígono y entrar a pie

Control policial en la protesta del pasado lunes en el acceso a la cárcel de Fontcalent.

Control policial en la protesta del pasado lunes en el acceso a la cárcel de Fontcalent. / PILAR CORTÉS

Los trabajadores del Hospital Psiquiátrico Penitenciario y del Centro Penitenciario Alicante Cumplimiento han tenido que acceder a pie a la cárcel de Fontcalent a causa de un control de la Policía Nacional pese a que hoy no había ninguna protesta. Los trabajadores consideran que su seguridad ha sido puesta en riesgo al no poder entrar con sus vehículos a los aparcamientos del centro penitenciario, ya que han tenido que aparcarlos en el polígono del Pla de la Vallonga.

Además de tener que acceder caminando, los trabajadores han sido identificados uno a uno por la Policía, según fuentes penitenciarias, que consideran que hay "nerviosismo" entre los mandos de ambas prisiones y tratan de controlar nuevas protestas por el asesinato de una trabajadora en la cárcel de Tarragona a manos de un interno. En la cárcel de Villena también había esta mañana un dispositivo de la Guardia Civil, pero no han identificado a los trabajadores ni les han impedido acceder en sus vehículos, como ha ocurrido en Alicante.

Las mismas fuentes han señalado que los mandos preveían una concentración en la mañana de hoy, por lo que cancelaron permisos de funcionarios y buscaron personal voluntario para reforzar el servicio de la noche pasada. Sin embargo, en Fontcalent no ha habido este miércoles protesta alguna, sino que se ha llevado a cabo en la prisión de Murcia.

Autoprotección

Fuentes penitenciarias critican que la Policía haya identificado individualmente a los trabajadores y les hayan obligado a abandonar sus coches particulares para acceder a pie, cuando el propio Ministerio del Interior aconseja a los funcionarios de prisiones que tomen medidas de seguridad en relación a sus vehículos, como cambiar la ruta habitual para ir a trabajar, observar los bajos de sus coches o estudiar su zona de aparcamiento. Además, por razón de la especial singularidad de sus funciones al tratar con personas que han cometido delitos, a los funcionarios de prisiones les otorgan matrículas reservadas.

Trabajadores del centro penitenciario critican que, partiendo de informaciones falsas, se hayan empleado inútilmente fuerzas policiales con cometidos seguramente más importantes. "En vez de trabajar en mejorar la seguridad de los centros, parece que trabajan en menoscabar la seguridad de los funcionarios. Ojalá no se produzcan incidentes por esta dejación de funciones de los mandos de las prisiones", afirman las fuentes penitenciarias consultadas.