Imputan homicidio al acusado de patronear una patera que llegó a Alicante en la que murió uno de los ocho ocupantes

La Fiscalía responsabiliza al presunto capitán, juzgado también por favorecer la inmigración ilegal, del fallecimiento de uno de los pasajeros que se tiró al mar después de al menos doce días a la deriva con el motor estropeado y sin comida ni agua 

El acusado este martes ante el tribunal de la Audiencia de Alicante que le ha juzgado. Al fondo a la derecha, el fiscal.

El acusado este martes ante el tribunal de la Audiencia de Alicante que le ha juzgado. Al fondo a la derecha, el fiscal. / G.PALOMO

Mercedes Gallego

Mercedes Gallego

Después de años sin castigo penal salvo en contadas excepciones, cada vez son más los jueces y tribunales de la provincia que, tras el trabajo policial, juzgan y condenan a acusados de patronear pateras que desde la vecina Argelia llegan a las costas de Alicante favoreciendo las mafias de la inmigración ilegal. 

Tal es el caso del joven juzgado este martes en la sección Segunda de la Audiencia de Alicante, quien se enfrenta a una petición de ocho años de cárcel por un delito contra los derechos de los ciudadanos extranjeros y otro de homicidio imprudente. Este último por la muerte de uno de los ocho ocupantes de la embarcación que en un momento de desesperación, tras al menos doce días a la deriva sin comida ni agua, se tiró al mar hasta en dos ocasiones perdiendo al final la vida. 

Aunque el acusado niega que fuera el patrón de la embarcación, los testimonios en una prueba preconstituida que se han oído en la sala de otros dos ocupantes del cayuco desvirtúan su afirmación de que él era un inmigrante más y de que también había pagado treinta millones de dinares argelinos (unos 1.300 euros) por el viaje.

Unas declaraciones tan esenciales para fijar la responsabilidad penal del patrón de una patera como difíciles de conseguir salvo cuando, como en este caso, se trata de travesías difíciles en las que se ha temido por la vida, según explicó una agente del Grupo III de la UCRIF de la Comisaría de Alicante que intervino en esta operación y este martes ha declarado ante el tribunal. 

Una caja de dátiles y una garrafa de cinco litros de agua para ocho

La patera fue localizada por Salvamento Marítimo el 16 de octubre de 2023 a 35 millas de las costas de la provincia casi trece días después de que partiera de Entaya, en Argel, con destino a España. Según relataron los testigos protegidos, el motor de la embarcación dejó de funcionar pocas horas después de zarpar y como avituallamiento para los ocho varones que la ocupaban, incluido el acusado de patronearla, llevaban una caja de dátiles y una garrafa con cinco litros de agua que se agotó al instante. 

En esta situación, «careciendo el acusado de cualquier titulación que acredite conocimientos para el gobierno de las embarcaciones y de equipos de seguridad y prevención», sostuvo el fiscal, se llegó al extremo de que uno de los ocupantes «perdió la cabeza y se tiró al mar». 

Tanto el acusado con los dos testigos coincidieron en relatar que varios de los inmigrantes le rescataron tras lo que, horas después, volvió a arrojarse a las aguas de las que en esta ocasión ya fue recuperado sin vida. 

Con el cadáver en un cayuco de ocho metros convinieron en que lo más práctico era arrojarle al mar antes de que se descompusiera a bordo. Una idea que habría tenido «el patrón» pero que secundaron todos. El fiscal le responsabiliza no solo de no haberle inmovilizado tras la primera vez que se tiró al mar como de la situación límite que provocó esa reacción.

La defensa del acusado, que lleva en prisión preventiva desde octubre, le calificó como «una víctima más» y pidió su absolución.