La zona 4 del Departamento de Salud Torrevieja -que agrupa al centro de salud de San Miguel de Salinas y a los consultorios de Los Montesinos y Torremendo, con más de 12.000 tarjetas sanitarias- ha sido la primera de la Comunidad en poner en marcha, desde el 1 de enero, un sistema de autogestión de los recursos y del presupuesto. Su objetivo es implicar a todo el personal de Atención Primaria -la puerta de acceso al sistema sanitario- en la persecución de resultados. Resultados que, conviene aclarar, no se refieren tanto a beneficios económicos, sino que se encaminan sobre todo a lograr mediante programas de prevención y actitud proactiva que los médicos de Familia resuelvan los problemas de sus pacientes y eviten visitas y esperas innecesarias en Urgencias o en las consultas de especialistas.

Los primeros resultados, sólo en un trimestre, hablan de éxito. "Antes éramos del pelotón y ahora somos la punta de lanza del departamento", explica el coordinador de la zona 4, Miguel Ángel Pinilla, quien se basa en una comparativa con el resto del área de Torrevieja. No en vano las urgencias de sus pacientes, atendidas en el centro de salud, han aumentado de 3.000 a casi 3.600 respecto al año anterior pero las del Hospital han disminuido en 200. Además, los días de hospitalización han bajado en un tercio, según los datos de Torrevieja Salud, la organización que gestiona el Departamento 22.

Controlar la demanda

El director de Atención Primaria, Hipólito Caro, explicó que "el objetivo es controlar la demanda, adelantarnos a los problemas que puedan desarrollar los pacientes y mejorar su salud". Por eso se otorga una importancia capital a la prevención, a programas que ya existían pero que ahora se activan ante el primer indicio de hipertensión, diabetes, riesgo cardiovascular...

El éxito que se vislumbra en la autogestión se basa en que el médico pasa de una actitud pasiva -de esperar a que el paciente enferme y acuda a la consulta o a Urgencias- a trabajar de forma proactiva, adelantándose a los problemas que se le puedan presentar y que sean susceptibles de evitarse. El resultado es que el paciente acude más al centro de salud y menos al Hospital. Pinilla explicó que hay que desterrar "la idea de que el médico de cabecera es un despachador hacia especialistas y de que los buenos profesionales están en el Hospital. El médico de Familia es en realidad de los más completos, una de la especialidades más complejas y, si sabe resolver la diabetes, quizá ese paciente no tenga que ir al endocrino nunca. Hay muchas cosas que se pueden hacer y que estamos empezando a hacer". Además, así evitan esperas inútiles, colas o derroches de recursos. Problemáticas que, al final, van en contra del paciente, que va "rebotando" de un médico a otro.

Otra pieza del puzzle es la Unidad de Hospitalización a Domicilio (UHD) para pacientes que son trasladados a sus domicilios con el añadido de que evitan "infecciones nosocomiales" (las que les pueden afectar en el Hospital). La UHD está en contacto con el médico de cabecera y pone en marcha las visitas del enfermero o del médico al domicilio del paciente, costumbre que se está incrementando considerablemente, según Pinilla. También es importante "la figura del enlace" entre el Hospital y el centro de salud, un médico que una vez a la semana informa al médico de Familia del estado de sus hospitalizados.

En consecuencia, el paciente se siente mejor tratado cuando su médico y el enfermero están pendientes de él, aumenta su grado de salud y se previene "el gran problema de la medicina: El médico quemado". Así lo explican Pinilla y Caro, pues el personal tiene una recompensa, un reconocimiento a final del mes por todo su esfuerzo. Deja de ser, así, un trabajador "de ocho a tres".

Implicación

Para implicar al personal se emplea un sistema de incentivos económicos acorde con sus logros y se le hace participar en decisiones como "la compra de material fungible, contrataciones de personal, gasto farmacéutico, pagos de salario...", según el director de Atención Primaria de Torrevieja Salud. De hecho, los propios trabajadores, con su coordinador a la cabeza, están gestionando la contratación de un nuevo enfermero, una decisión tomada desde el contacto directo con las necesidades del centro.

Ahora son ellos quienes valoran si merece la pena sacrificar una parte del presupuesto (que se les asigna mensualmente de acuerdo a los gastos registrados en 2008 y teniendo en cuenta incluso épocas de vacaciones en las que la población aumenta), o si por el contrario prefieren intensificar su ritmo de trabajo. Su motivación ha quedado patente en tan solo tres meses de autogestión, y Pinilla cuenta que algún médico ha decidido abrir su consulta por la tarde, algo que jamás se había dado y que con este método se reflejará en sus resultados y, en consecuencia, en un "reconocimiento" a final de mes.

Los primeros resultados, comparados con el año anterior, dejan ver que los pacientes del centro de salud de San Miguel van ya menos a Urgencias, ingresan menos, se operan menos y están menos tiempo en el Hospital, según los datos recabados. Se entiende, por lo tanto, que gozan de mejor salud gracias a la prevención y a que acuden más a su centro de salud, porque Atención Primaria les resuelve "más problemas que antes".