Pese a los más que pesimistas pronósticos y previsiones la virulencia de la plaga del picudo, que afecta a las palmeras de toda la comarca, está remitiendo, al menos de momento, tras acabar con varios miles de ejemplares de diversas clases, sobre todo, la fénix canadiensis oriunda de Canarias, y en menor medida la datilera y de palma blanca. Al menos así lo estima el presidente de la Asociación de Empresas de Servicio de Mantenimiento (Asema), José Manuel Cayuelas, que explica que la propagación de este insecto "está parada de forma increíble en más de un 90% y las larvas no sacan insectos; el parón ha sido rotundo".Y pone como ejemplo que las 600 palmeras que está tratando ninguna tiene picudo. Es todo lo contrario de lo que se esperaba. El picudo muestra su periodo de mayor actividad, y por lo tanto de propagación, con el calor, con la llegada del verano ya que es originario de las áreas tropicales del sudeste asiático y Polinesia.

La razón de este declive, beneficioso para el medio ambiente, según Cayuelas, puede deberse a varios aspectos aunque ninguno de ellos concluyente todavía. Entre ellos el invierno y el frío que se han prolongado incluso hasta junio. Y lo que es más llamativo: El mirlo y las ratas encuentran en las larvas del picudo, que han colonizado el Mediterráneo, un bocado apetitoso. El picudo, por fin, tiene depredadores naturales, quizá el arma más poderosa contra la invasión de una especie foránea y resistente.

También contribuye a la disminución de los efectos de la plaga el tratamiento que se ha realizado a las palmeras infectadas a base de insecticidas, pulverizando las hojas o inyectándolo en la savia de la palmera para que llegue a la larva y la mate. Aun así, señala el presidente de Asema, que la reducción en este caso "es muy rara", ya que el animal, una vez adulto, puede desplazarse entre 4 y 5 kilómetros volando. Con todo asegura que se mantienen los tratamientos cada 40 días hasta octubre. Aunque se desconoce el número de palmeras afectadas ya que cada administración "va por su lado" se calcula que en la Vega se han visto afecta más de tres mil. Esta plaga no ha afectado al palmeral histórico de Orihuela ni al palmeral de Cala Ferris en Torrevieja, aunque se han detectado picudo escasos cientos de metros de ambos parajes. Si ha eliminado 226 ejemplares del corredor verde del Segura y cientos más en las urbanizaciones situadas entre Torrevieja y Pilar pasando por la costa oriolana.