Los escolares juraron sus cargos de concejales, tomaron posesión de sus actas y ejercieron de portavoces para trasladar sus peticiones a la presidencia. Los niños estaban jugando, pero al alcalde infantil, Julián Berná Manresa (del colegio Rafael Altamira), le pidieron una mejor vigilancia en las calles o eliminar las barreras arquitectónicas de la ciudad. El primer edil auténtico, Javier Pérez, tomó nota.