El pulso se paró el jueves en el pequeño municipio de Rafal para vivir un acontecimiento que muchos tildaban de histórico. A las ocho y media de la mañana comenzaron los trabajos con una gigantesca grúa para completar por fin el inacabado campanario de la parroquia dedicada a la Virgen del Rosario. Un camión llevó hasta la plaza la cúpula de hierro, calificada por los vecinos como una obra de arte, que servirá para completar la arquitectura de este edificio emblemático del municipio. La parroquia es muy querida porque la original databa del siglo XVII y tuvo que ser reconstruida doscientos años más tarde tras el terremoto que asoló parte de la comarca de la Vega Baja.Todo lo que pase al templo, afecta a los vecinos.

La cúpula está construida con forja de hierro y ha sido diseñada, proyectada y realizada por un maestro en hierro y metal del pueblo, como es Alberto Velasco. Éste ha contribuido en un proyecto ilusionante mano a mano con el párroco del municipio, Daniel Riquelme, quien es el gran precursor de las obras de restauración del templo. El proyecto arquitectónico ha sido financiado, en su mayor parte por la Generalitat Valenciana con el respaldo del Obispado de la Diócesis Orihuela-Alicante.

Acogida

El alcalde, José Arronis, junto a varios concejales y numerosos vecinos, se acercaron a ver las obras de colocación de la cúpula, "un montaje espectacular que ha supuesto un cambio de imagen y de identidad en el municipio y en el entorno de la Vega Baja", se destaca en un comunicado municipal. Por su parte, Daniel Riquelme destacó que "seguirán trabajando para construir un pueblo y una iglesia que sirva de acogida y beneficio para todos los vecinos y visitantes: ¡Cuánto me alegro de formar parte como testigo ocular de la historia de mi pueblo!".