El Ayuntamiento de Rafal ha talado todos los pinos carrascos que poblaban el parque de "La Graná" y los está sustituyendo por nuevos ejemplares de "grevillea", un árbol que se espera que pronto pueda dar sombra, según el alcalde, Manuel Pineda (PSOE). La reforma del parque se ha acometido con una subvención de algo más de 30.000 euros de la Diputación concedida durante el pasado mandato, pero el actual equipo de gobierno decidió aportar otros 6.000 euros municipales para ampliar la tala inicial, prevista sólo para algunos pinos, a todo el arbolado.

La decisión ha levantado ampollas entre un sector de la población, que ya en julio protestó públicamente y registró escritos para quejarse por la inminente tala con el avala de 200 firmas, hasta el punto de anunciar turnos para vigilar que no se llevara a cabo. Sus quejas se centraban sobre todo en que esta pinada era el último rincón con sombra del municipio y que los árboles eran valiosos por su antiguedad (algunos superaban los diez metros de altura). El alcalde, sin embargo, asegura que otro sector del pueblo recogió el doble de firmas en sentido contrario, y que en este caso se trataba de vecinos que residen en los alrededores del parque y que señalaban que los pinos atraen ratas, crecen hasta meterse por los balcones y generan una savia con la que se manchaban los niños.

Así, Manuel Pineda señaló que la Junta de Gobierno tomó la decisión de satisfacer a los vecinos de la zona después de consultar con el técnico medioambiental de Diputación, quien les comunicó desde un principio "que nunca se había desbrozado adecuadamente el parque" y que "algunos pinos habían crecido mal, perjudicaban a los demás y había que quitarlos". El primer edil sostiene que en julio la idea del Ayuntamiento no era talarlos todos, pero que ante las 400 firmas "consultamos al técnico y dijo que los pinos no son lo más idóneo, que aunque a nivel forestal era un crimen recomendaba sustituirlos por otro árbol de hoja perenne con una flor muy bonita que crecería rápidamente y daría sombra". Eso es lo que se ha hecho, relató el alcalde, asegurándose de que los pinos carrascos se trituren para hacer compost porque trasplantarlos era "inviable".

Respuesta

María Abdul-Jabbar Mora, portavoz del sector contrario a la tala, sostiene que "pedimos que nos mostraran algún informe de que los árboles estaban enfermos como ellos dicen, o de que los pinos son malos para los niños como también hemos oído, pero no hemos visto ningún documento que corrobore la decisión de arrancarlos". La vecina reconoce que ahora poco se puede hacer, pero que "al menos queremos denunciarlo, lo que no puede ser es que hagan lo que quieran sin hacer caso a dos escritos registrados, a 200 firmas... Si tuvieran un informe que lo justificara no nos quejaríamos, pero hemos dado los pasos correctos como ciudadanos y ellos (los políticos) siguen haciendo lo que quieren".