Si usted vive en El Escorratel, Camino Viejo de Callosa, Camino en Medio, Media Legua, Barbarroja, Raiguero de Levante, Raiguero de Poniente, Pinar de Bonanza, El Arenal, Dehesa de Arneva, Los Rocamoras, Montepinar, Los Arques, Barrio de Hurchillo, Barrio de Mariano Cases o Cruz Cubierta y nunca vio a un barrendero por sus calles, escuchó el sonido de una sopladora recogiendo hojas y papeles o se detuvo para dejar pasar una barredora, no es que no coincidiera con ellos, es que no había servicio.

Así lo aseguró ayer la concejala de Pedanías, Antonia Moreno, quien afirmó que en 16 de las 27 pedanías de Orihuela sólo se prestaba servicio cuando eran fiestas o "a petición", sin aclarar en qué consistía. Si el servicio que presta la UTE Orihuela Capital de la Vega Baja no es mejor es porque el acuerdo entre los anteriores gestores y la empresa era ese: primar la limpieza en el casco urbano, dar un servicio permanente en las pedanías más importantes (Las Norias y Desamparados, La Aparecida, Hurchillo, La Campaneta, San Bartolome, La Matanza, La Murada, Raiguero de Bonanza, Torremendo, Virgen del Camino, Correntías, Molins o El Mudamiento-El Badén) y, ¿de la costa? pues nada se sabe. De hecho, Antonia Moreno aseguró que allí el servicio es tan deficitario y complejo que hasta febrero no podrán resolverlo para que funcione con normalidad.

El Ayuntamiento no pagará un euro más por lo que considera, de entrada, que ya es un "servicio deficitario y no barato".

Por ello y ante la actual situación se va a intentar optimizar recursos para lo cual el Ayuntamiento cuenta con el "ojo avizor" de los dos técnicos encargados de la supervisión. La portavoz del equipo de gobierno también aseguró que se sigue trabajando sobre el incumplimiento de la contrata de la que, siguen aumentando el número de deficiencias que van ya por sesenta, según otras fuentes del equipo de gobierno.