El Hospital de Torrevieja, público de gestión privada (Ribera Salud y Asisa) ha cerrado en los dos últimos fines de semana buena parte de las instalaciones la planta quirúrgica antes abierta para operaciones programadas. El objetivo de ahorrar costes en personal eventual y destinar a la plantilla que se libera a otras funciones, según aseguraban ayer fuentes sindicales, que enmarcaron la decisión de la concesionaria en la nueva política de recortes, iniciada en enero con el anuncio de la concesión del incumplimiento unilateral del convenio laboral vigente por motivos económicos. A esta medida se suma la decisión de que parte de la plantilla consuma ahora vacaciones que no necesitan para luego requerir su trabajo en verano, con el mismo fin: reducir costes en contrataciones eventuales de sustitución. Una resolución no ha sido trasladada de forma oficial a los trabajadores y que el SATSE denunciará ante la Inspección de Trabajo.

A finales deenero, como avanzó este diario, la gerencia del hospital comunicó al comité de empresa que no podía cumplir con la actualización del IPC más un punto que contempla el convenio colectivo que afecta a 1.100 trabajadores y que es una de las escasas mejoras que contempla este convenio frente al de la sanidad privada al que está agregado. Los motivos esgrimidos son la pérdida de 15.000 tarjetas sanitarias y la deuda con proveedores. El hospital recibe unos 600 euros anuales de la Generalitat por cada tarjeta sanitaria registrada. Pese a la iniciativa de la gerencia, los sindicatos CCOO, SATSE, UGT y CSIF han expresado su voluntad de seguir negociando con la dirección del centro a cambio de que garantice todos los puestos de trabajo. USAE rechaza negociar.