El Lavatorio es música y es solidaridad. Anoche salió, como todos los años a los sones de Tosca, de Puccini, bajo una adaptación de Eduardo Lázaro de 1941; y del Oriamendi, el himno carlista que acompaña a San Pedro (Salzillo, 1759) al inicio de la procesión y a su término. La Real Archicofradía estrenaba ayer 80 cirios con los cuales cubrió dos de los tres tercios -los del Lavatorio y los de San Pedro-, elaborados por artesanos de Sevilla y con luces de bajo consumo (leds).

Un desfile en oro y plata que se mezcla con la túnica y los capirotes blancos bajo capa azul. También estrenaron faldillas. Pero el Lavatorio también es conocido por su solidaridad ya que a lo largo del año realiza innumerables obras en favor de instituciones benéficas. Esta labor callada tiene como premio el desfile de anoche que tuvo a una protagonista muy especial, a Alicia Sánchez Caselles, quien se convirtió en la primera abanderada en los dos siglos y medio de historia de El Lavatorio.

También salió la Centuria propia, capitaneada por Julio Sabuco, y los niños vestidos de romano estrenaron un nuevo traje. La imagen de Nuestra Señora de la Esperanza (1995, de Navarro Arteaga), a la que muchos comparan con la Virgen de la Esperanza de Triana, salió a hombros. Al término del desfile, como es habitual y cerca de las dos de la mañana, la Centuria Romana eligió capitán para los dos próximos años. Su nombre se conocerá hoy aunque la decisión estaba ya tomada. Es otra tradición más de Orihuela. El sábado, en cambio, se nombrará al nuevo emperador de Los Armaos y al Abanderado al término del Santo Entierro. Todos esperan conocer sobre quién recaerá toda esta responsabilidad.

Santa Cena

También salió en procesión la Cofradía de la Sagrada Institución de la Eucaristía Santa Cena y Nuestra Señora de los Ángeles, con sus 900 cofrades acompañando a Nuestra Señora de los Ángeles (1993, Valentín García Quinto) y a la Santa Cena (1944, Enrique Galarza). Los nazarenos abrieron por la noche las puertas del Museo de Nuestra Señora de la Merced para iniciar los desfiles.