Una nueva playa en diez años. Los espigones de la remodelación del Paseo Marítimo construidos en 1999 han propiciado que los bañistas disfruten de una nueva playa urbana en Torrevieja. Está situada entre el restaurante el Tintero y el primer espigón del Paseo Juan Aparicio. Donde hasta 1998 había rocas y alguno de los bancos blancos que caracterizaban este paseo, ahora hay una playa de unos 200 metros y con una anchura máxima que en algunos puntos llega a 40. No deja de ser un espacio de baño limitado en comparación con playas kilométricas como la de La Mata, pero por su ubicación es el mejor respiro para la que a buen seguro es una de las playas más saturadas del Mediterráneo español, la del Cura. Oficialmente se le denomina como la playa de las "piscinas naturales", aunque otros la han rebautizado como playa del Tintero, en honor al popular restaurante que marca desde los años 60 esta zona del paisaje litoral torrevejense, e incluso como playa del Monaguillo, en alusión a su vecina la playa del Cura.

El delegado de Playas del Ayuntamiento de Torrevieja, Antonio Boix, asegura que no hay una clave especial que explique que al municipio le haya "nacido" esta playa, aunque el proceso natural llama la atención en un momento en el que otras de tantos otros municipios turísticos sufren una regresión irreversible por la falta de aportación de sedimentos.

Boix se muestra prudente a la hora de exponer las razones de esta formación. Es conocido el papel de los espigones como factor de generación de playas, aunque no siempre tienen éxito. Asegura que no se ha dispuesto ni una sola aportación artificial a la zona durante estos años, "ha sido un proceso natural". El delegado apunta a que en este sector del litoral abundan los fondos marinos con bancos de arena y que los temporales siempre han aportado mucho de este material a la costa. Pero hasta la construcción de los espigones de la remodelación del paseo esa arena "se escapaba". Ahora entra pero no sale.

Otro factor a tener en cuenta es el servicio y mantenimiento de playas que en Torrevieja se realiza los 365 del año, algo que ayuda a que temporales y lluvias no se lleven por delante lo que cuesta años crear. Además se cuenta con las aportaciones periódicas que sí recibe la vecina playa del Cura, arena que vuelve a desaparecer con cada temporal de levante y que quizá alimente la sedimentación de la nueva playa. El mismo proceso de creación de zonas de baño con arena sobre lo que antes era acantilado bajo pero con dimensiones más limitadas se ha producido en la otra cara del mismo espigón y en el realizado en la "curva" del paseo.

La remodelación del Paseo Juan Aparicio se llevó a cabo en 1998 y se inauguró en 1999. Costó 3,5 millones de euros, financiados en su mayor parte por la Generalitat. Fue diseñada por la arquitecta catalana Carme Pinós, a propuesta del exalcalde Pedro Hernández Mateo (PP). Las obras se desarrollaron con polémica, entre otras cosas porque el proyecto, que modificaba toda la fisonomía tradicional del paseo de Las Rocas se dio a conocer a los vecinos cuando ya estaba adjudicado. Tuvieron que pasar 9 años tras su conclusión para que la Dirección Provincial de Costas se atreviera a desvelar públicamente que había sancionado al Ayuntamiento con 800.000 euros por no haber solicitado ni una sola concesión a la hora de invadir el dominio público marítimo terrestre para hacer espigones de abrigo y todas las plataformas de hormigón que completan la reforma, que no existían antes de la remodelación. El Estado se cobró la sanción hasta el último céntimo.

Pero las obras también tuvieron un impacto ambiental. Los espigones han propiciado la acumulación de la arena, pero también el estancamiento del agua de la superficie a la que dan abrigo, lo que genera la aparición de un fondo marino que mezcla la arena de la playa con el fango y que estas aguas presenten un aspecto turbio. Además la nueva playa está directamente orientada a levante lo que la convierte en peligrosa los días de levante. El estreno de estas piscinas naturales tampoco fue afortunado tras un accidente grave que dejó a una joven tetrapléjica al no advertirse con señales que los bañistas no podían aquí arrojarse al mar de cabeza.