El alcalde de Callosa de Segura, Javier Pérez (PP), defendió ayer que el Consorcio de Residuos de la Vega Baja debería rescindir el contrato con la actual adjudicataria, la UTE Cespa-Ortiz, porque «ha incumplido los plazos previstos para poner en marcha las instalaciones» y pretende «empezar a cobrar a los Ayuntamientos sin haber hecho ninguna inversión». El primer edil cree que si se finiquita el acuerdo no habrá que indemnizar a la UTE porque entiende que es la responsable de que no esté en funcionamiento la planta de transferencia que ofertó y, en consecuencia, el coste de la eliminación de las basuras se va a disparar en toda la comarca.

En rueda de prensa, Pérez consideró ayer «lógico» que la Vega Baja cuente con un Plan Zonal para gestionar la eliminación de los desechos «pero que empecemos a pagarle la basura (a la adjudicataria) cuando haga las inversiones que corresponden». De igual modo, recordó que la UTE ofertó unas parcelas en Cox para construir una planta de transferencia y otras en Albatera para el vertedero y «son terrenos que no tiene». «Si no puede poner en marcha el Plan Zonal que se rescinda el contrato», reiteró.

El primer edil manifestó que «no entiendo que la empresa se presente al concurso, no cumpla, y ahora haya que indemnizarla», razonamiento tras el cual continuó que sería incluso más lógico «que la UTE indemnizara al propio Consorcio por sus incumplimientos».

Alternativa

Concluyó que, personalmente, se «alegra» de que Cox no haya dado facilidades a la UTE para instalar la planta de transferencia, y animó al resto de alcaldes a repensar el proyecto buscando una alternativa que no perjudique a nadie y en la que se emplee la tecnología más innovadora para el tratar los residuos.

El alcalde trasladó que el pasado día 10 la UTE Cespa-Ortiz le envió un burofax informando que desde ese día tenía que llevar las basuras al vertedero de Elche en base a la propuesta de redistribución de los desechos que había presentado al Consorcio. Ese comunicado llegó a casi todos los Ayuntamientos de la comarca informando de igual modo del día y el lugar al que tenían que empezar a llevar las basuras.

«Llamé a la planta para preguntar cuánto costaba el tratamiento de eliminación y me dijeron que ellos no sabían nada sobre que tuviéramos que llevar allí las basuras», dijo Pérez.

Desorganización

Ese mismo lio sucedió en muchos otros consistorios de la Vega y, al parecer, los alcaldes, cabreados por que tendrán que subir en breve los precios del servicio de basuras a sus vecinos, se telefonearon unos a otros para criticar sin tapujos la falta de organización. Pastor se vio obligada entonces a firmar un decreto para confirmar que, de momento, no había que cumplir esa petición de Cespa-Ortiz.

«La gente está muy descontenta con lo que está sucediendo» porque esta situación es «un cachondeo», concluyó Javier Pérez.