¿Cuándo se va a conocer la ubicación de la planta de transferencia? ¿Lo sabe ya usted? ¿Tiene ofertas para la instalación? ¿Cuántas habrá?

En breve se sabrá; sino, no se podrán aprobar las bases del proyecto de gestión que va a presentar Vaersa. Se ha de tener en cuenta, que este consorcio no tiene gerente y que he tenido y estoy manteniendo conversaciones con los responsables municipales para buscar una ubicación. Es difícil avanzar sin un plan de comunicación que aleje los fantasmas del pasado. Tanto la población como los políticos han de desterrar la oposición irracional sin valorar la oportunidad. Ese es mi trabajo desde hace meses. En las bases técnicas se han planteado dos instalaciones.

¿Y de la planta definitiva, que nos puede contar?

Nada o menos. El primer objetivo es ubicar las plantas de transferencia y vencer la resistencia social y política.

¿Cree que la corrupción está detrás de las basuras? ¿Qué está haciendo ahora para que eso no suceda?

Bueno la trasparencia es la mejor arma para combatir este problema tan asociado a nuestra comarca en relación a las basuras. Hemos tenido la desgracia de estar gestionados en algunas esferas por personas a las que le vamos a solicitar por vía penal el daño que ha causado a esta comarca. Soy un alcalde trasparente, soy un presidente trasparente, pero evidentemente en este tema tan delicado que es necesaria la prudencia suficiente para que cualquier paso positivo dado se mantenga.

¿Quiere añadir algo más?

El objetivo que perseguimos es que la Vega debe dejar de ser conocida por el mal tratamiento de residuos urbanos que se ha realizado históricamente en otras épocas. Podríamos hablar de los proyectos de reciclado dentro del proyecto de Vaersa con Ecoparques y la fiscalidad positiva del reciclado, pero esto será motivo de otra entrevista. Es el momento de los valientes y eso somos todos, hemos de afrontar este problema con agallas y sobre todo, con paciencia.