La Fiscalía Anticorrupción ha encontrado indicios de hasta cuatro delitos en el proceso de adjudicación del servicio de chiringuitos en la costa de Orihuela en 2014, cuando el Ayuntamiento estaba gobernado por el PSOE y Los Verdes. El Ministerio Público cree que los hechos pueden ser constitutivos de aprovechamiento de información privilegiada, prevaricación administrativa, tráfico de influencias y falsedad documental. Considera que la actuación de la exedil de Playas, Martina Scheurer (Los Verdes), pudo ser determinante en el supuesto amaño del proceso de contratación con el objetivo de beneficiar a la empresa que se adjudicó la contrata, la firma Chiringuitos del Sol.

Las conclusiones preliminares del fiscal llegan después de la investigación llevada a cabo por el Grupo de Blanqueo de Capitales del Cuerpo Nacional de Policía en relación a este asunto. En base a esas pesquisas, el juez que asume la instrucción señaló que existe «la sospecha fundada y racional» de que los requisitos incluidos en el pliego «se elaboraron a medida de Chiringuitos del Sol para favorecer su adjudicación».

El auto del magistrado y el de acusación pública coinciden en que son tres las causas que llevan a pensar que el contrato fue amañado. La primera y principal fue incluir como requisito indispensable que las empresas que concurrieran al proceso estuvieran en disposición de la «Q de calidad turística». En momento de la licitación, sólo había tres empresas de toda la provincia que contaban con ese distintivo: McDonald's; Restaurante Pizzería el Muelle de Torrevieja y Chiringuitos del Sol. «Resulta lógico colegir que ha sido buscada a propósito la Q para eliminar competidores», dice el fiscal, que defiende que esa tesis se refuerza si se tiene en cuenta que Chiringuitos del Sol obtuvo el emblema sólo meses antes de que se abriera el proceso de licitación. Además destaca que consiguió el distintivo una vez que ya se había acabado su contrato con el Ayuntamiento, cuando la administración local le concedió un año adicional.

Fue esa «Q» la que dejó fuera de juego a las otras tres empresas competidoras, que fueron la UTE Pemar Urbanizaciones y Proyectos SL y Gestión y Restauración Punta Prima SL; la UTE Bélgica-Spain Invest SL y Chiringuitos Piratas del Mediterráneo SL; y Rojuser Profesional Acuatic Fun and Leisure SLU. A este respecto, la Fiscalía mantiene que la inclusión de esa «Q» en los pliegos «no sólo supondría un trato de favor al único aspirante que disponía de ella, sino que además se pudo avisar con antelación a la empresa para que se consiguiera el distintivo».

Deuda con el Ayuntamiento

La deuda que Chiringuitos del Sol mantenía con el Ayuntamiento es otra de las cuestiones clave en esta investigación judicial. La Fiscalía recuerda que Chiringuitos del Sol ya fue adjudicataria del servicio en 2006 y fue en octubre 2013 cuando la edil Scheurer y el entonces alcalde, Monserrate Guillén, remitieron un escrito a la mercantil recordándole su obligación de pagar el canon a Costas por hacer uso del espacio público marítimo, es decir, por usar la playa para su negocio. En total la mercantil debía 934.443 euros. Pues bien, en los pliegos del concurso se decía que las empresas que concurrieran no podían tener deudas con el Ayuntamiento. Sin embargo esa mercantil las tenía y, al parecer, se pasó por alto. «Las empresas competidoras fueron excluidas por no cumplir con el requisito de la obtención de la Q de calidad turística», pero sin embargo Chiringuitos del Sol «no es excluida a pesar de tener una importancia deuda con el consistorio». Para el fiscal, desde el Ayuntamientos eran conscientes de esa situación porque, aunque la empresa presentó una declaración responsable asegurando que no tenía deudas con la administración, se estaba negociando el pago de la deuda con el consistorio.

Aunque finalmente la empresa abonó lo debido, es un hecho que en el momento del proceso de adjudicación seguía arrastrando las deudas y eso es algo que Scheurer conocía, según sostiene el fiscal. «La empresa no fue excluida pese a no cumplir uno de los requisitos del sobre A, no tener deudas con el Ayuntamiento de Orihuela, lo que no sucedió con las empresas que no eran titulares del certificado Q de Calidad», subraya Anticorrupción.

«Existen indicios suficientes como para colegir que Martina Scheurer... tenía conocimiento de estas circunstancias y pudo dispensar un trato de favor a la empresa adjudicataria, la que, además de haber presentado un documento con una manifestación que faltaba a la realidad, sería la beneficiada por todas estas actuaciones irregulares», sostiene el fiscal.

Canon ajustado

Otra de las cuestiones que llama la atención de la Fiscalía es que el precio de licitación del contrato de 2005 fue de 200.000 euros y Chiringuitos del Sol se hizo con la concesión al ofertar 720.000 euros. Si embargo en el procedimiento de 2014 el precio de adjudicación era de 350.086 euros y la oferta presentada por esa empresa, y que le hizo ganar la contrata, fue de 363.000 euros. Lo que es fiscal sospecha es que la empresa, en 2014, redujo mucho el precio ofertado y se arriesgó a perder el servicio ofreciendo muy poco dinero más del mínimo exigido porque «podría ser conocedora de antemano» de que se daría una «ausencia de competidores», ya que nadie más tenía la Q de Calidad.

Por todos estos hechos declararon en sede judicial como investigados (antes llamados imputados) la exedil Scheurer, un técnico del Ayuntamiento y el representante de la empresa, Thomas Wolfgang.