Un incendio afectó ayer a primera hora de tarde al espacio protegido desde 2018 por el Plan de Infraestructuras Verdes del Litoral (Pativel) de la Generalitat y localizado junto microrreserva de flora de Cala La Mosca. Las llamas calcinaron una quincena de ejemplares de pino rastrero singulares, palmito y flora propia de la maquia mediterránea que propspera en esta zona al cobijo de acantilado, junto al ambiente salino de la costa y en el único tramo sin urbanizar del litoral oriolano.

Los bomberos de Torrevieja actuaron sobre las tres de la tarde y pasada media hora ya se estaban retirando de la zona -el Consorcio Provincial de Bomberos restó importancia al siniestro por su escasa dimensión, unos mil metros cuadrados-.

Esta mañana de miércoles quedaban resoldos que no se habían extinguido por lo que los bomberos han acudido de nuevo a comprobar la zona ante las llamadas de vecinos de Playa Flamenca que han detectado que el fuego se podía reavivar.

Las llamas y la columna de humo eran visibles desde el sur de Torrevieja y las urbanizaciones junto a la N-332 en Orihuela Costa. En la misma zona, justo en el extremo sur de este tramo litoral, cerca de Playa Flamenca, existe una micrroreserva de flora y fauna declarada por la Generalitat Valenciana en 2014 sobre unas tres hectáreas de suelo para proteger a ejemplares únicos de flora de Jarilla Cabeza de Gato y el caracol Tusurella Sulcata, además de palmito (Chamaerops humilis), única especie de palmera autóctona de España, pino, albardín y esparto. Aunque el incendio no ha afectado directamente a esta microrreserva la zona sí está dentro del vallado dispuesto por la Generalitat para evitar el paso de bicicletas y motos y que solo cuenta con accesos peatonales.

Estos terrenos, además de encontrarse en la zona protegida en el Pativel, pertenecen dentro de la servidumbre de protección de la ley de Costas -unos metros incluso dentro dentro del dominio público marítimo terrestre-.

D. Pamies Imagen de los pinos calcinados en Cala La Mosca

La futura urbanización de este tramo de costa virgen -unos 1.600 metros lineales de litoral de acantilado con pequeñas calas- sigue centrando el debate de grupos políticos y vecinos porque está previsto la construcción de un residencial para 1.500 viviendas sobre unos 400.000 metros cuadrados. El suelo es urbanizable desde 1990. Desde hace dos décadas se han impuldado distintas iniciativas para anular la actuación ante la administración autonómica y la Unión Europea con el objetivo de consevar. La queja ante Europa obligó a la Generalitat ha exigir una declaración de impacto ambiental favorable a la empresa propietaria Gomendio. Trámite que ya ha cumplido y que le reclama una distribución con menor densidad de viviendas y el retranqueo para salvar la cañada real de la costa. La urbanización esta aprobada definitivamente y la tramitación actual se centra en el proyecto de urbanización -distribución de casas, viales y otras características del residencial-, que también requiere de informes sectoriales. Solo hace unos unos días la demarcación de Carreteras del Ministerio de Movibilidad informaba en contra del proyecto por su impacto en el medio y sobre la saturación del vial.

Este tramo de costa cuenta con alguna de las calas de arena más inaccesibles de la costa oriolana.

ESTADO EN EL QUE HA QUEDADO LA ISLA DE PINAR Y PALMITO EN CALA LA MOSCA