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El Gobierno vuelve a cerrar un mes el Tajo-Segura por unas obras de mantenimiento en Murcia

Los regantes y el Taibilla tienen reservas en los embalses - El Sindicato califica la clausura de «mal menor» y advierte de que su lucha está en impedir el aumento de los caudales ecológicos del río

Obras para reparar el falso túnel del postrasvase en Molina de Segura INFORMACIÓN

Ni un mes abierto. El Ministerio para la Transición Ecológica volverá a cortar este domingo y durante un mes, en principio hasta el 13 de febrero, el trasvase Tajo-Segura dejando pendientes de trasvasar unos 55 hm3 de agua correspondientes al envío de este mes de enero (27 hm3) y a los cerca de 28 hm3 que faltan por llegar desde que se reabriera el acueducto a mediados de diciembre. Solo un mes después, vuelta al cierre, esta vez por una obras de mantenimiento del postrasvase en Molina de Segura (Murcia). De momento, no habrá problemas de suministro gracias al caudal almacenado en los embalses de Crevillent y La Pedrera, pero vuelve la alarma en el campo, debido a que lo plazos nunca se cumplen y las obras tienen una duración estimada de 10 meses.

La Confederación Hidrográfica del Segura ha iniciado esta semana los trabajos de reparación y acondicionamiento del falso túnel de los Valientes en el Canal Principal de la Margen Izquierda del postrasvase Tajo-Segura. El presupuesto de las actuaciones asciende a 1,8 millones y su duración será de, aproximadamente, 10 meses.

Durante la ejecución de los trabajos en el interior del túnel se requieren, según la Confederación, cortes temporales en el suministro de agua, los cuales se han organizado y consensuado con las comunidades de regantes afectadas, así como con la Mancomunidad de los Canales del Taibilla. La actuación se enmarca en el programa de reposición de las infraestructuras hidráulicas que constituyen el postrasvase Tajo Segura, que, tras más de 40 años en servicio, precisan de actuaciones de reposición y renovación a fin de incrementar su vida útil, con una adecuada prestación del servicio encomendado.

La Confederación Hidrográfica del Tajo había comenzado a enviar a mediados de diciembre los 57 hm3 pendientes de trasvasar desde finales del pasado verano, una vez reparadas las fugas en el embalse de la Bujeda que obligaron a cerrar el trasvase Tajo-Segura en septiembre. La reanudación del Tajo-Segura no evitó, ni evita, sin embargo, el calendario de movilizaciones que los agricultores preparan para febrero por el recorte que sufrirá el trasvase con el aumento del caudal ecológico y la modificación de las reglas de explotación. Según los agricultores, si no hay marcha atrás, el recorte amenaza un volumen de negocio de mil millones de euros, que es la aportación de la agricultura del trasvase al PIB de la provincia, según un estudio del Sindicato de Regantes del Tajo-Segura. El PIB alicantino alcanza los 35.000 millones de euros, de los que un 4% (1.400 millones) corresponden a la agricultura. Si le restaran mil millones, el aporte se reduciría un 2,8% sobre ese 4%.

Lucas Jiménez, presidente del Sindicato Central de Regantes del Tajo-Segura, subraya, por su parte, que «este corte no nos preocupa demasiado porque es eminentemente técnico debido a la necesidad de mantener los canales. El agua se aprueba y luego nos la van enviado de nuevo como ha sucedido en otras ocasiones». Jiménez, advierte, no obstante, de que «nuestra batalla es impedir que se consume el aumento de los caudales ecológicos, que es la medida que amenaza con acabar con el trasvase debido a que, por una parte no hay agua desalada suficiente en cantidad para cubrir el recorte y por la otra su precio es prohibitivo para los agricultores de Alicante, Murcia y Almería y a este paso también lo será para los abastecimientos».

Para el presidente del Sindicato de Regantes del Tajo-Segura, «la actitud del Ministerio para la Transición Ecológica es meramente política y nos va a tener enfrente desde febrero porque hay que parar ese aumento del caudal que se ha calculado con datos inexactos de 2009. La Generalitat Valenciana, Murcia y Andalucía lo saben y deben trabajar conjuntamente con nosotros para evitarlo»

En juego, el futuro de sesenta mil hectáreas de regadío distribuidas entre las comarcas de la Vega Baja, Baix Vinalopó y l’Alacantí, cuyos productos, hortalizas y cítricos, tienen una gran aceptación en Europa, y contribuyeron, por ejemplo, el año pasado, a evitar desabastecimientos durante las semanas más duras del confinamiento. Una hectárea cultivada mantiene un empleo agrícola en la provincia.

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