El sindicato CSIF ha denunciado públicamente con un comunicado que la falta de médicos en Urgencias del departamento de Torrevieja está provocando que desde la dirección "se haya pedido a traumatólogos e internistas que colaboren para paliar dicho déficit". El sindicato señala que denuncia "desde hace mucho tiempo su preocupación por la situación del Departamento de Salud de Torrevieja y del servicio de Urgencias" debido a la falta de personal facultativo y, si bien entendemos la necesidad de soluciones del servicio de Urgencias. CSIF, , mayoritario en el comité de empresa y junta de personal del departamento, considera que "esta no es la solución, y está creando un problema en otros servicios, que estando saturados de trabajo, ahora tienen que bajar a Urgencias".

Para Traumatología supone el cierre de quirófanos y cierre de consultas pendientes desde noviembre, lo que representa aumentar lista de espera quirúrgica, consulta y empeorar la calidad del servicio que se da a los ciudadanos. En el caso de Medicina Interna, "con dos personas de baja sin sustitución y con vacantes aún sin cubrir, está asumiendo una media de doce pacientes, y es insostenible sobrecargarlos más asumiendo pacientes en Urgencias".

CSIF pide, de nuevo, a la Conselleria que se declaren como difícil cobertura puestos de este departamento. "Creemos que esta es la única solución posible ante la dura situación que estamos viviendo y no entendemos que la Conselleria de Sanidad aún no haya tomado medidas contundentes ante esta problemática, y más cuando se inicia el periodo estival.Ante ello, solicitamos que se tomen medidas urgentes y que no supongan más sobrecarga a profesionales de otras especialidades".  

Esa declaración de difícil cobertura permitiría que la estancia de personal sanitario en Torrevieja sea sobrevalorada en los méritos de los profesionales en la bolsa de Trabajo, frente a otros destinos.

Las críticas de usuarios y sindicatos sobre la situación del servicio son constantes desde hace meses -impulsadas por una plataforma que reivindica el regreso de la concesionaria privada Ribera Salud a la gestión del departamento que se realiza directamente por Sanidad en octubre pasado- y tuvieron un punto de inflexión en Semana Santa y las primeras semanas de junio, con la renuncia de un jefe de servicio, denuncias públicas de los propios médicos del servicio con demoras de más diez horas, e incluso el fallecimiento de un paciente por falta de atención -coincidiendo con la llegada de la nueva dirección del servicio-. Esas incidencias se han reducido, al menos en apariencia, en los últimos días.