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Evacuación de una familia en Dolores por las inundaciones de septiembre de 2019ÁXEL ÁLVAREZ

El informe sobre puntos negros en el cauce del río llega "tarde y mal" con el riesgo de otra DANA

La Vega Baja critica la "irresponsabilidad" de la CHS al licitar ahora un estudio de las debilidades del encauzamiento, algo que se debía haber hecho antes incluso de las inundaciones de 2019

El episodio de lluvias torrenciales que provocó la DANA de septiembre de 2019, que inundó la Vega Baja, sigue presente en toda la comarca tres años después tras haber marcado un antes y un después, y se revive en estas fechas ante la previsión de que pueda suceder algo similar, por las altas temperaturas que se están alcanzando -también en el mar- y la posible concurrencia de masas de aire frío en altura con temperaturas mucho más cálidas en superficie en la recta final de este verano y en otoño. Por ello, el anuncio de la Confederación Hidrográfica del Segura (CHS), dependiente del Ministerio para la Transición Ecológica (Miteco), de que saca -ahora- a licitación un estudio para detectar los riesgos que presenta el cauce del río ha levantado ampollas.

Emilio Bascuñana, exalcalde de Orihuela, afirma que es «un claro ejemplo de que no se toma en serio a la Vega Baja», pese a que el Consell puso en marcha el Plan Vega Renhace a raíz de la DANA: «Han prometido mucho, pero no han hecho nada salvo reparar lo que se dañó». Por eso, «confiemos en que la suerte nos sea favorable y nos escapemos, porque la situación hoy es peor que la que teníamos en septiembre de 2019». «Ahora tendremos que rogar a la Virgen de Monserrate, patrona de Orihuela, que nos ampare y proteja», manifiesta José Vicente Andreu, presidente de Asaja Alicante, que aunque se declara no creyente piensa que no queda otro recurso, ya que «los políticos no cumplen con su obligación».

Voluntarios ayudan a personas atrapadas por la riada de 2019

A juicio de Andreu, es «una barbaridad, una vergüenza, una falta de respeto y una irresponsabilidad» que el Miteco, que «amenaza con reducir el agua de riego, cuando se trata de prevenir daños por inundación en la Vega Baja tarda tres años en iniciar los estudios previos». Con todo, «valdrá para otros años si es que deciden a actuar de verdad», resalta.

Este estudio, añade Bascuñana, tendría que estar hecho incluso desde antes que ocurriera la DANA de 2019, como «mero mantenimiento» de una estructura de hace 30 años. «Es para llorar que tres años después lo liciten para realizarlo en 24 meses una vez que se adjudique, que lleva su proceso», prosigue, al mismo tiempo que recalca que «Ministerio y Generalitat tienen capacidad para legislar y actuar con urgencia, pero falta voluntad». En la misma línea, José Luis Sáez, alcalde de Guardamar, lamenta que «no se han marcado prioridades desde el minuto uno». Así, este proyecto «llega mal y tarde», De hecho, subraya que «si se hubiese hecho cuando tocaba, posiblemente la DANA no hubiese sido tan catastrófica», porque donde se produjeron las roturas «ya se sabía que estaban esas grietas en esos tramos de cauce».

En este sentido, Sáez recuerda que diferentes juzgados de aguas habían enviado a la CHS informes que advertían de puntos negros con riesgo de rotura, pero el organismo de cuenca fue omitiendo esta información «hasta que ocurrió una desgracia manifiesta». Además, insiste en que estos análisis habrá que realizarlos de manera periódica ante una evaluación de riesgo que es cambiante.

Todos ellos inciden en una serie de medidas cruciales que aún no se han abordado. Sáez se reunirá en septiembre con Costas para que «aporte soluciones» en los dos cauces, que están sobre dominio público marítimo terrestre. «El cauce viejo está aterrado, por lo que en caso de producirse una avenida de agua va a circular un caudal muy limitado que provocará que las acequias y azarbes se hinchen y empiecen a desbordar por cualquier punto porque no tienen capacidad de desagüe», advierte.

Además del dragado de la desembocadura, insisten en la limpieza del cauce y las actuaciones en la rambla de Abanilla, sin olvidar que la CHS acaba de licitar la redacción del proyecto de la presa de Tabala, aunque «hace 30 años que inunda Orihuela», concluye Andreu, que afirma que «todo esto demuestra lo que los ciudadanos de la Vega Baja le importamos al Miteco y a la Confederación».

Labores de limpieza tras la gota fría de 2019, en una pedanía de Orihuela

¿Qué medidas prevé el Gobierno contra otra riada?

El grupo parlamentario Ciudadanos en el Congreso, a través del diputado Juan Ignacio López-Bas, exige al Gobierno que dé cuenta por escrito sobre las medidas que está tomando de manera preventiva ante la eventualidad de un fenómeno de DANA en la cuenca del Segura, pues «se tiene poca noticia después de tres años de proyectos ejecutados o en marcha, sin que parezca que se han adoptado medidas provisionales, siquiera preventivas o para paliar los posibles daños que puedan producirse», según expone la pregunta registrada.

En este sentido, insiste en que la Vega Baja ha llamado la atención repetidamente sobre la necesidad de mantener el cauce del río en las debidas condiciones de limpieza para evitar taponamientos del curso del agua en caso de crecida a su paso por tramos urbanos y puentes. Así, se ha reclamado insistentemente la limpieza periódica de cauces y el drenaje de la desembocadura, ante el efecto tapón que produce la colmatación del cauce por los lodos acumulados, sin que en estos últimos tres años haya habido actuación alguna en esta ubicación. Asimismo, subraya la actuación en infraestructuras que han suponen una barrera al curso natural de las aguas, provocando fuertes inundaciones, como ha sucedido con la carretera N-332 entre San Fulgencio y Guardamar del Segura o con el puente de Carlos III en la localidad de Rojales.

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