Un nuevo derribo acelera las obras de la nueva zona de ocio del puerto de Torrevieja

El edificio de las oficinas de la Generalitat en el puerto de Torrevieja ya es historia. La instalación, que aparecía datada en el catastro en 1935, ocupaba 187 metros cuadrados justo en el acceso principal del recinto portuario. Su derribo en apenas una mañana forma parte de las obras de la nueva zona de ocio Paseo del Mar. Desde estas dependencias se ha controlado el acceso al puerto durante décadas.

Primero administrado por Puertos del Estado, y desde principios de los años 2000 dentro de la red de puertos que pasaron a ser competencia de la Generalitat Valenciana. Aunque la barrera de acceso a vehículos desapareció hace años cuando los usos del puerto comenzaron a diversificarse con espacios de hostelería y aparcamientos públicos.

Capitanía Marítima

Muy pronto -el próximo martes- el edificio de la Capitanía Marítima correrá la misma suerte. Son 360 metros de parcela y casi 800 construidos, en un edificio levantado en los años ochenta. El espacio diáfano que dejará esa parcela se empleará, primero, para compensar la reducción de superficie de la feria. Y luego para dar hueco al principal vial que atravesará el sector desde la calle María Parodi hasta aproximadamente el acceso actual al espacio portuario en las inmediaciones del paseo marítimo de Juan Aparicio. 

Ayer también, a raíz de este derribo, el renovado edificio de Aduanas, comenzó a prestar servicio reubicando a los funcionarios adscritos a la gestión del Puerto por parte de la Generalitat Valenciana. Empleados públicos que van a notar el cambio porque las instalaciones recién derribadas llevaban mucho tiempo sin recibir inversiones de renovación. 

Guardia Civil

El mismo edificio de Aduanas, en el que se ha llevado a cabo una rehabilitación integral pero conservando su distribución e imagen original, también acogerá a técnicos de la Agencia Tributaria, al personal de la Capitanía Marítima y una dotación de la Guardia Civil. 

La maquinaria pesada también ha comenzado a realizar derribos en el interior de las dos naves de la antigua lonja, en la que se comenzará a retirar la cubierta de fibrocemento en los próximos días. La zona de ocio contempla una inversión de 20 millones en edificios con hostelería, multicines, bolera y un aparcamiento subterráneo para 600 vehículos.