Orihuela autoriza las 2.200 viviendas turísticas en Cala Mosca

La junta de gobierno local aprueba el proyecto de urbanización con cinco votos a favor de Ciudadanos y la abstención de los cuatro concejales socialistas que componen este órgano

Parcelas donde está prevista la construcción de 2.200 viviendas

Parcelas donde está prevista la construcción de 2.200 viviendas / TONY SEVILLA

Loreto Mármol

Loreto Mármol

La junta de gobierno local de Orihuela, donde Ciudadanos ostenta la mayoría con cinco votos frente a los cuatro del PSOE, ha aprobado con el respaldo de la formación naranja y la abstención socialista la modificación del proyecto de urbanización llamado Alameda del Mar, más conocido como Cala Mosca, el instrumento urbanístico que requiere la propuesta -además del proyecto de reparcelación- para comenzar la construcción de 2.200 viviendas en el último kilómetro libre de hormigón a lo largo de 15 kilómetros de la costa oriolana.

José Aix, concejal de Urbanismo, área en manos de Ciudadanos, ha manifestado que se siente "orgulloso" del trabajo que se ha hecho desde el equipo técnico y jurídico del departamento que dirige, así como del aval de distintas administraciones de distinto signo político, porque "es un acto reglado que se ha culminado con la corrección y seguridad necesarias" en un proceso que se inició hace 20 años.

También ha insistido en el plazo de cinco años que estableció el Pativel el 4 de mayo de 2018 para que estuviera aprobado el proyecto o el sector pasaría a formar parte de la infraestructura verde del litoral y por tanto a ser suelo no urbanizable, lo que, según el concejal, hubiera acarreado que el Ayuntamiento tuviera que asumir una cuantiosa cifra de indemnización a la promotora en concepto de responsabilidad patrimonial.

Al mismo tiempo, ha insistido en que "más allá de la sensibilidad que pueda haber a pie de calle" ha querido trasladar un mensaje de "tranquilidad" a los ciudadanos de la costa, ya que, a su juicio, lo que se ha aprobado "no implica que mañana vayamos a tener ya edificios", sino que "aún queda mucho por hacer como culminar una serie de infraestructuras vinculadas al ámbito de lo hidráulico". Una vez garantizado el suministro, ha explicado, "habrá que ver en un futuro aún lejano si se empieza o no a construir".

En la misma mañana, varios miembros de la plataforma ciudadana Salvemos Cala Mosca, que se constituyó hace un año y medio, se han reunido en la puerta del Ayuntamiento con pancartas en señal de protesta por lo que consideran un atropello medioambiental.

La plataforma, que también organizó el pasado sábado una manifestación en contra de "la especulación del litoral" y para reclamar más servicios -"más gente igual a menos recursos, más inseguridad y atascos"-, ha recogido más de 3.500 firmas en contra del proyecto y las ha remitido al Parlamento Europeo y está llevando a cabo una campaña para recaudar fondos para la defensa jurídica del entorno, porque "hay razones legales para frenar esta barbarie urbanística", argumentan.

La portavoz del grupo socialista, María García Zafra, ha afirmado que "lamentablemente ha salido adelante el proyecto de urbanización de una iniciativa urbanística que no queríamos y que nunca hemos apoyado ni alentado y que siempre hemos rechazado en las sesiones plenarias".

En este sentido, la concejal ha reiterado que "es un proyecto que, aunque no nos guste, cuenta con todos los elementos legales para su aprobación". Ante esto, ha insistido en que "el empeño de la alcaldesa [Carolina Gracia] ha sido siempre que todos los condicionantes se cumplan escrupulosamente, solicitando todos los informes necesarios a la Secretaría Municipal, que finalmente avalan la continuidad del procedimiento administrativo".

Así, ha resaltado que "de haber existido una fórmula legal y que no hipotecara el futuro de Orihuela para salvar Cala Mosca, el partido socialista lo habría hecho", recordando al mismo tiempo que fue la alcaldesa quien planteó una fórmula, vía negociación, para que la urbanización no se desarrollara, pero "era evidente que la empresa no tenía ningún interés", ha concluido García Zafra.

Desmanes y maniobras

Por su parte, Cambiemos, que apoyó la moción de censura estableciendo como línea roja la no urbanización de Cala Mosca, ha lamentado que la alcaldesa haya "consumado su sometimiento a Cs en el trámite de Cala Mosca", permitiendo que la junta de gobierno, con dos concejales investigados, haya dado luz verde al proyecto de urbanización, "una decisión terrible para Orihuela".

En palabras del concejal Carlos Bernabé, su formación lleva "meses alertando a Gracia, en público y en privado, de las maniobras que Cs, como hacía el PP, estaba desplegando para acelerar y consolidar los trámites". En su opinión, "maniobras evitables si, por ejemplo, se hubieran impedido determinados nombramientos en Urbanismo o cuestionado interpretaciones más que dudosas respecto a condicionantes hídricos".

Así, Bernabé ha señalado que "la excusa de la alcaldesa es que no podía hacer otra cosa"; sin embargo, ha añadido, "está ocultando un trozo importante de la historia, si le hubiera parado los pies a Cs antes, hay informes favorables que hoy no existirían y se hubieran podido explorar alternativas". Por eso, ha insistido en que "si se ha aprobado el trámite no es por ninguna obligación legal y administrativa, sino porque Gracia ha decidido entregarse a Cs".

Por último, ha recordado que en la junta de gobierno que ha aprobado el proyecto se han mantenido a Luisa Boné y Ángel Noguera, ambos investigados por posible prevaricación (en el caso de Noguera doblemente): "Es increíble que la alcaldesa no esté haciendo absolutamente nada ante los desmanes y maniobras contrarias al municipio que realiza Cs".

Incluso, ha sostenido que la mesa de negociación con los distintos actores implicados fue "solo una maniobra para distraer por parte de la regidora, que en realidad nunca tuvo la más mínima intención de cambiar el rumbo de unas obras que van a destruir el último rincón de costa libre de hormigón en el municipio", ha concluido Bernabé.