Quejas y malestar entre los padres por el retraso de la escuela de verano en Orihuela

El Ayuntamiento convoca una rueda de prensa para este jueves con los concejales de Educación, Vicente Pina, y Víctor Valverde, portavoz del PP 

Un grupo de niños en el colegio de La Campaneta

Un grupo de niños en el colegio de La Campaneta / TONY SEVILLA

Loreto Mármol

Loreto Mármol

Después de una semana de que acabaran las clases escolares, continúa el malestar y la incertidumbre, que se han transformado en quejas por parte de los padres y organizaciones vecinales al no haberse puesto aún la escuela de verano en Orihuela. Un retraso, que podría prolongarse hasta agosto, ya que el procedimiento para adjudicar el servicio se realizó tarde, a principios de junio, mientras que el 31 de mayo del año pasado ya se había abierto el plazo de inscripción y las actividades comenzaron el día 27.

Por los plazos administrativos que se manejan -de momento se han abierto los sobres con las ofertas que han realizado las empresas-, el nuevo gobierno, conformado por PP y Vox, ha estado buscando una alternativa a través de Bienestar Social para que la escuela de verano comience cuanto antes. Las críticas han llegado a tal punto que el Ayuntamiento ha convocado este miércoles una rueda de prensa para mañana con los concejales populares de Educación, Vicente Pina, y Víctor Valverde, portavoz del grupo.

Desde la AMPA del colegio de La Campaneta, una madre afirma a este medio que ha realizado más de 30 llamadas a la concejalía para que den una solución. En este sentido, ha solicitado un permiso al Consistorio para que la asociación de padres pueda abrir una escuela, a través de una empresa privada, de 9 a 14 horas en julio y agosto usando las instalaciones del centro educativo, porque, insiste, la necesidad apremia y «las familias no tienen dónde dejar a los niños». «Han dejado a las familias vendidas, y nos tienen atados de pies y manos», añade, al mismo tiempo que lamenta que algunos padres hayan tenido que buscar una alternativa en otros municipios vecinos.

A su vez, explica que este servicio costaba el año pasado 60 euros, mientras que en la licitación de este verano aumenta a 80 y la empresa que han buscado les costaría 90. La AMPA de San Bartolomé sí ha conseguido poner en marcha desde el día 22 su propia escuela de verano, ya que pidió el permiso antes de las elecciones municipales.

El descontento también llega a Orihuela Costa, donde los padres ven este retraso con «pena y rabia», ya que «los críos están sin salida», a lo que se suma la carencia de servicios y parques en mal estado que hay en el litoral.

«Les ha pillado el toro, y a estas alturas cuando ya estaban los niños inscritos el año pasado, este año andan buscando qué empresa se hará cargo», afirma otro padre de la costa, que califica la situación de «desastre». «Todos los años somos muchos los padres que hacemos uso de las escuelas de verano para poder seguir trabajando. Se han convertido en una necesidad, ya que no todos disponemos de familiares con los que poder dejarlos», agrega, al mismo tiempo que manifiesta que «por estas fechas ya estaban nuestros hijos disfrutando de las escuelas, ahora tenemos que tirar de niñeras, lo que nos descuadra el presupuesto, ya que no se trata de unos días sino según parece hasta agosto».

No en vano, este servicio permite ofrecer a la población escolar de entre 2 y 12 años de edad un programa educativo de ocio y tiempo libre en el periodo vacacional de verano, así como contribuir a favorecer la conciliación de la vida familiar y laboral de las familias que lo necesiten.

De esta forma, la escuela de verano está destinada a niños del municipio escolarizados en las etapas de Educación Infantil y Primaria en los colegios públicos en los que se constituya un grupo suficiente, y la duración estimada es de ocho semanas. 

Según el pliego de condiciones, el contrato tiene un importe máximo de 114.270 euros, de los cuales el Ayuntamiento costeará 74.270 euros. De este modo, el servicio deberá ofertar 650 plazas, de las cuales 150 estarán bonificadas por el Ayuntamiento en un 50% en aquellos casos propuestos por la Concejalía de Bienestar Social. El resto de plazas tendrá un coste de 80 euros por niño y mes que deberá ser asumido por las familias.