TORREVIEJA

36.000 «locos» por el reguetón en el RBF de Torrevieja

La organización señala que el festival de música urbana ha generado un impacto directo e indirect de cinco millones de euros en Torrevieja y su entorno este fin de semana y apunta a que repetirá en la ciudad

D. Pamies

D. Pamies

El Reggaeton Beach Festival de Torrevieja ha congregado a más de 36.000 asistentes en un recinto de conciertos en el que se desplegó una espectacular logística de escenario y carpas durante las dos jornadas para el disfrute de un público muy joven. La organización ha asegurado en su balance de este lunes que el festival ha empleado a unos 3.200 trabajadores y generado un impacto económico de cinco millones de euros este fin de semana en Torrevieja y su entorno.

Las actuaciones de Ozuna, Jhayco, Juan Magán o Aina da Silva - y la animación entre actuaciones- concentró a los fans del regetón procedentes sobre todo de la Vega Baja, Murcia, Valencia, y muchos visitantes madrileños de vacaciones en Torrevieja.

Escenario del RBF de Torrevieja

Escenario del RBF de Torrevieja / RBF

Cartel "de lujo"

El Parque Antonio Soria fue el escenario de la fiesta de "música urbana más potente de Europa", según la organización y testigo del gran amor al reggaeton. Más de 36.000 personas, entre sábado y domingo acudieron para ver las actuaciones de Ozuna, Jhayco, Bryant Myers, Chimbala, L-Gante, Young Miko, entre muchos otros de las grandes figuras internacionales de la música urbana. Para la producción, el recinto del Parque Antonio Soria "ha aprobado con nota su idoneidad para el festival quedando claro que el festival podrá seguir creciendo en público y ofrecer buenas condiciones de acceso y comodidad a sus visitantes". Una sensación relevante para dar continuidad al festival en Torrevieja, impulsado con el patrocinio del Ayuntamiento.

El cartel musical "de lujo" se completaba con "la refrescante experiencia de las atracciones acuáticas y decenas de propuestas de ocio, cultura y gastronomía", distribuidas entre tres grandes carpas sobre un recinto de más de 50.000 metros cuadrados.

Justin Quiles el barco de sal por parte de la vicealcaldesa Rosario Martínez, el concejal Domingo Paredes y el productor Lalo Díez

Justin Quiles el barco de sal por parte de la vicealcaldesa Rosario Martínez, el concejal Domingo Paredes y el productor Lalo Díez / RBF

Valoración

La dirección del evento quiere "valorar el gran éxito de organización que se vivió con los nuevos protocolos implementados para el control de aforos -podía haber vendido más entradas y no lo hizo, además de realizar un control exhaustivo de la invitaciones, abundantes en otros festivales y muy limitadas en el RBF-; las medidas de seguridad garantizadas por un mayor número de empleados y el ejemplo de convivencia y buen ambiente que se vivió durante todo el fin de semana. Desde el calor popular a la buena sintonía con las instituciones, el romance de RBF con Torrevieja apunta a repetir muchos años y a convertirse en parada obligada del Tour cada verano.

Modelo de festival

RBF explica que trabaja desde hace tiempo para mejorar su modelo de festival y "su diálogo" con todas las sedes que visita con la vista puesta en varias líneas de actuación: apostar por horarios diurnos que se adaptan mejor a la vida de las familias y que aseguran el respeto al sueño de los vecinos colindantes, la orientación del escenario hacia el mar que disminuye el impacto acústico, la buena implementación de puntos limpios y de reciclaje, además de la gran cobertura por los cuerpos de seguridad y limpieza.

Ambiente entre el público del festival

Ambiente entre el público del festival / Gisela Jane

Compromiso transversal

La organización vende además el impulso a un "compromiso transversal con valores esenciales en la sociedad como la sostenibilidad, el respeto al medio ambiente, la lucha contra el machismo y sus agresiones, el consumo de alcohol responsable, la concienciación contra las adicciones y la integración e igualdad". Algo importante teniendo en cuenta que la explanada del recinto polivalente estaba repleta de un público jovencísimo -solo se autorizaba la entrada a menores con adultos lo que agrega nuevas entradas-.

El festival, señalan las mismas fuentes, es el más popular e importante entre los grandes eventos musicales de España. En Torrevieja aterrizó después de que el Ayuntamiento viera la oportunidad de completar la oferta de conciertos tras descartar el RBF su emplazamiento habitual en la provincia en anteriores ediciones.

Durante todo el fin de semana los controles de la Guardia Civil y la Policía Local en el acceso han sido constantes. El tráfico ha estado cortado desde la avenida de Monge y Bielsa y Delfina Viudes, que eran los principales accesos lo que ha evitado aglomeraciones.

En exterior cientos de personas se han acercado durante los dos días a curiosear en torno a la valla perimetral para poder ver y escuchar a sus ídolos del regetón pero sin poder acceder con la preciada pulsera del festival. También el mismo entorno ha sido escenario de un botellón previo a las actuaciones aunque bastante controlado.

Barcos de Sal

El Ayuntamiento de Torrevieja realizó la entrega de unos de sus emblemáticos Barcos de Sal, un reconocimiento a las carreras profesionales de grandes personalidades. En este caso fue a Justin Quiles, una de las estrellas que actuó el sábado en RBF y más fans tuvo detrás. La organización ha agradecido en especial la labor de la vicealcaldesa Rosario Martínez y del concejal de Contratación y Hacienda, Domingo Paredes y de Lalo Díez, presidente de la coordinadora de ocio y hostelería de la comunidad valenciana.