El Ayuntamiento de Guardamar se ve obligado a subir el IBI para hacer frente al pago de la energía y el coste de la recogida de basuras

Después de las elecciones llegan las subidas de impuestos y tasas que estaban en capilla desde el final de la pandemia y durante toda la crisis energética, pero que los ayuntamientos no se atrevían a implantarlas antes del periodo electoral. Ha ocurrido en Redován (PP) a la hora de elaborar sus nuevos presupuestos con la recuperación de la tasa por ocupación de vía pública, por ejemplo, en algo que van a poner en marcha la práctica totalidad de los 27 municipios de la Vega Baja. Y ahora le va a tocar el turno a Guardamar del Segura (PSOE).

Ordenanzas fiscales

El pleno del Ayuntamiento guardamarenco aprobó la validación de las ordenanzas de fiscales de 2024, que sirve para contar con una aproximación de la estimación de ingresos y se incluyen los cambios -en este caso incrementos- y es el paso fundamental para poder presentar un anteproyecto de presupuestos cerrado antes de fin de año.

Esas ordenanzas incluyen dos modificaciones relevantes: por una parte, el aumento del tipo de gravamen del Impuesto de Bienes Inmuebles del 0,82 al 0,95, lo que para la oposición del Partido Popular supondrá un incremento del 15% en el recibo de cada propietario de media. Aunque es algo que depende mucho de las características de la propia vivienda y su valor catastral, que se actualizó en Guardamar en 2016.

Tipo de gravamen y tasas de basuras

En número redondos el Ayuntamiento, que manejará un presupuesto cercano a los 20 millones de euros en 2024, pasará de recaudar 7,8 millones de euros por el IBI en 2024 a 9,5 millones. Con lo que dispondrá aproximadamente con 1,8 millones de euros más de ingresos por el impuesto. La otra modificación consiste en el aumento de la tasa por recogida, transporte y eliminación de residuos con un único pago anual de 60 euros para consumos domésticos. Un 30% más según el Partido Popular.

El alcalde José Luis Sáez (PSOE) explica que la decisión busca equilibrar los ingresos con los gastos tras dos ejercicios en los que el consumo eléctrico y el derivado de la gestión municipal de la recogida de basura -con una gran influencia del precio del combustible- se han disparado.

Casal de la Música

El PP liderado por Toñi Mora asegura que las subidas son una consecuencia inmediata de la repercusión municipal del crédito que debe pagar la sentencia multimillonaria de lucro cesante de la empresa que no pudo ejecutar un centro comercial donde ahora está el Casal de la Música y que sitúa en 12 millones de euros.

Sin embargo, Sáez recuerda que ese crédito, aunque efectivamente se abona el próximo año a la empresa que ha ganado la reclamación en los juzgados no comienza a pagarse hasta 2027 por lo que su repercusión en las arcas municipales ahora es irrelevante. "Por lo que la asociación que están haciendo desde la oposición no es válida".

Bonificaciones y SUMA

Para el caso del IBI se han modificado otras variables de la ordenanza fiscal. Por ejemplo, se han incorporado bonificaciones por instalación de energía fotovoltaica, enchufes para coches eléctricos y familias numerosas, entre otros. La tasa de las basuras también implica novedades. Se liquidará una sola vez al año, en el mes de abril y será Suma Gestión Tributaria quien se haga responsable de la recaudación ejecutiva. Hasta ahora la tasa se cobraba de forma conjunta por Hidraqua junto al consumo de agua. Además de implicar un gasto menor para el municipio delegar la gestión en el organismo autónomo de la Diputación el Ayuntamiento considera que será más eficaz. Puesto que la recaudación de Hidraqua se realizaba en función de sus altas al suministro de agua mientras que Suma lo hará en función de la localización catastral, mucho más precisa.

Encarecimiento

El alcalde indicó que la ausencia de instalaciones de vertido y eliminación en la comarca, y la falta de capacidad de las disponibles en la provincia como los de Xixona, Elche, Fontcalent o Villena, obliga en estos momentos a trasladar y eliminar los residuos de Guardamar, una vez que los camiones la dejan en la planta de transferencia de Dolores, al vertedero metropolitano de València (Entre) de Quart de Poblet. Eso supone un sobrecoste muy importante para las arcas municipales que lo asume ahora aunque con posterioridad será el propio Consorcio el que compense a los municipios que por decisión del Consell, que es el que decide por los flujos de residuos, que más estén abonando por la eliminación de sus basuras. La tasa debe incorporar ahora tres conceptos: recogida, transporte y eliminación. Además, en el incremento se incorpora el impuesto por falta de reciclaje de 30 euros por tonelada que ya pagan todos los municipios de la comarca. El impuesto persigue reducir el volumen. Cuanto menos genere un municipio menos pagará.