ORIHUELA

La CHS repara el embalse de Santomera sin duplicar los aliviaderos ni dragar el pantano

La seguridad de la infraestructura aguas arriba de Orihuela se vio comprometida en la DANA de 2019 al llenarse con 20 hectómetros 24 horas y tener que abrir sus compuertas con la Vega Baja ya inundada

El Miteco contempla una actuación para duplicar la capacidad de los aliviaderos que cuesta 25 millones de euros y que solo aparece apuntada en el Plan de Gestión de Inundaciones del Segura desde enero de este año

Embalse de Santomera, aguas arriba de Orihuela

Embalse de Santomera, aguas arriba de Orihuela / Tony Sevilla

D. Pamies

D. Pamies

La Confederación Hidrográfica del Segura (CHS) ha finalizado los trabajos de rehabilitación y puesta en servicio de la toma intermedia de la presa de Santomera con la realización de varias pruebas de suelta controlada de agua para comprobar la eficacia de los elementos sustituidos. La CHS ha destinado 1.238.906 de euros en estos trabajos que se iniciaron en enero de 2023. Los técnicos habían detectado que esta toma de agua intermedia no funcionaba «tras sufrir un acto vandálico», según las mismas fuentes.

Plan de Emergencia

En ese momento la entidad de la gestión de la cuenca hidrográfica declaró el escenario 1 del Plan de Emergencia, que acaba de desactivar tras finalizar las obras. El proyecto ha «reubicado» sedimentos y ha necesitado del trabajo de buzos en distintas fases, además se ha llevado a cabo la colocación y retirada de escudos en el paramento de la presa, el acondicionamiento de las conducciones, la fabricación e instalación del nuevo sistema de válvulas y compuertas y su sistema de accionamiento y operación. Con estas actuaciones la presa de Santomera vuelve a tener en servicio «con plena capacidad la toma intermedia».

Este embalse está ubicado 19 km aguas arriba del casco urbano de Orihuela. Se concluyó en 1967 fundamentalmente para evitar las catastróficas consecuencias de las riadas de la rambla Salada en Santomera y Orihuela y tiene una capacidad de 26 hectómetros. Inservibles para riego por su elevado contenido de sales si no se disuelve con un gran caudal en el Segura y su sistema de riego tradicional.

Prueba de bombeo de agua por uno de los aliviaderos de la presa del embalse de Santomera

Prueba de bombeo de agua por uno de los aliviaderos de la presa del embalse de Santomera / INFORMACIÓN

Dos días de septiembre de 2019

Durante los días 12 y 13 de septiembre de 2019 recibió los aportes de esa rambla, los del azud que deriva una parte del caudal de la rambla de Abanilla aguas arriba de Benferri y el desbordamiento del canal del postrasvase de la Margen Izquierda, que actuó como colector de aguas torrenciales, colapsó en uno de sus tramos y drenó en la propia rambla Salada. Antes de las lluvias apenas contaba con 2 hectómetros. En 24 horas se llenó y las aguas estuvieron a punto de coronar la presa y rebasarla. Pese a que aguas abajo la Vega Baja ya estaba inundada por la rotura del cauce en Almoradí, el desbordamiento del Reguerón o la catastrófica avenida de la rambla de Abanilla en Orihuela, la CHS no tuvo más remedio que abrir las compuertas -uno de los aliviaderos no funcionó-. 

Las aguas del embalse desembocan en el azarbe del Merancho, que a su vez tiene un aliviadero en la margen izquierda del Segura, en la frontera entre la Región de Murcia y la Comunidad Valenciana. En aquella ocasión los caudales, tras anegar la margen izquierda del río, quedaron a las puertas de Orihuela a menos de 30 centímetros de superar la ronda del vial de Ociopía, que ejerció de barrera.

Plan de Gestión

Fue una situación límite. En aquellos días la CHS se conjuró para asegurar que haría todo lo que estuviera en sus manos para rebajar el impacto de un episodio similar. Pero hasta ahora más allá de las obras de reparación urgentes no se han llevado a cabo actuaciones que permitan recrecer la capacidad del embalse tanto con nuevas infraestructuras como con el dragado del propio pantano, como recoge el Plan de Gestión. La rambla Salada y la derivación de la rambla de Abanilla no solo aportaron un enorme caudal, también gran cantidad de sedimentos que han rebajado la capacidad de la presa.

Aspecto actual del embalse al mínimo de su capacidad

Aspecto actual del embalse al mínimo de su capacidad / INFORAMACIÓN

Tres años después

Tras dos años de redacción y debate y pese a la urgencia de concretar actuaciones tras la DANA de 2019 el Plan de Gestión del Riesgo de Inundación de la Cuenca del Segura fue aprobado más de tres años después. Contempla 600 millones de inversiones hasta 2027, entre ellas «un estudio de viabilidad económica, técnica y ambiental de duplicación de la capacidad de los aliviaderos del embalse de Santomera», y el incremento de la capacidad de la canalización entre el embalse de Santomera y el río Segura hasta los 70 metros cúbicos por segundo. Está valorado en 25 millones de euros y no es competencia de la CHS. Está en manos de la dirección general del Agua del Ministerio para la Transición Ecológica.

Aspecto del embalse días después de la DANA de 2019

Aspecto del embalse días después de la DANA de 2019 / INFORMACIÓN

Derivación de la rambla río Chícamo-Abanilla

Además de este proyecto también está previsto el aumento de la capacidad de derivación del canal de la rambla de Abanilla al embalse de Santomera para impedir que la crecida de la rambla sea mayor en Benferri. Está presupuestado en otros diez millones de euros. En este caso se produce una disyuntiva: aumentar la capacidad de la derivación y que llegue más agua a un pantano que ya se ha demostrado insuficiente o permitir que la rambla, que dejó 20 hectómetros en Benferri, Orihuela, Redován y Cox mantenga su potencial devastador y que provocó 500 millones de euros en pérdidas, arrasando el polígono industrial Puente Alto.