Los accidentes de patinetes eléctricos con menores implicados se multiplican

Patinetes eléctricos contra dirección. Patinetes circulando sobre aceras y paseos peatonales. Patinetes con dos ocupantes. Patinetes que transitan por una carretera nacional o autonómica. Es una escena diaria en toda la comarca y en especial en ciudades del litoral, donde florece el negocio y la competencia entre las empresas de alquiler de vehículos de movilidad -es la ley de la selva desde el punto de vista del control de los ayuntamientos de esa actividad-.

Vacío legal

Pero donde más preocupantes resultan los vacíos legales a nivel estatal y local, sobre todo al hablar de formación vial, es entre los menores. Cada vez son más los usuarios menores de edad que emplean estos vehículos de movilidad personal en ciudades como Torrevieja y Orihuela que apenas están preparadas para este tráfico. O al menos para que sea seguro, como indica la multiplicación de accidentes provocados por la conducción de patinetes en los dos últimos años en ambas ciudades, según han confirmado a INFORMACIÓN fuentes de la Guardia Civil y la policía local.

El mal uso de patinetes eléctricos en la Vega-Baja

Movilidad y economía

Los patinetes han llegado para quedarse. Son un salvavidas para la movilidad de miles de personas en dos ciudades donde el servicio de transporte urbano no satisface las necesidades reales de la población. Es penoso en Orihuela, donde no existe más allá del traslado a los hospitales y para garantizar muchas frecuencias con el principal centro comercial de la provincia en Orihuela Costa. En Torrevieja, con un despliegue más completo, el bus urbano es un «elige tu propia aventura» diario para quienes quieran llegar a tiempo a su puesto de trabajo o a una cita con el médico. 

Moverse en patinete es económico, muy flexible y también poco exigente a la hora de cumplir requisitos importantes para otros vehículos como contar con seguro, ponerse casco o necesitar cualquier carné de conducir básico que garantice que se tiene una mínima noción de las normas de circulación. Y ese es el gran problema que se encuentra a diario la Guardia Civil de Tráfico y las policías locales.

Falta formación

Falta formación y los ayuntamientos, además, no se atreven a ser más estrictos en sus ordenanzas que en sus modificaciones recientes se limitan sobre todo a incorporar la legislación estatal. El municipio oriolano la modificó en 2022 y dedica un capítulo completo a los vehículos de movilidad personal. Y sí exige la obligatoriedad del casco. Algo que se deja notar en Orihuela ciudad donde está claro que la Policía Local lleva tiempo imponiendo multas porque es una norma que se respeta. No es el caso de Torrevieja, que también modificó su ordenanza en diciembre de 2021: el casco solo se aconseja para la mayor parte de las categorías de patinetes, a excepción de los más potentes -tipo segway-.

La legislación básica de la Dirección General de Tráfico (DGT) todavía está lejos de ir al detalle. Pero a pesar de esa sencillez se incumple de forma sistemática. Está prohibido que circulen por aceras, zonas peatonales, autopistas, autovías, o vías interurbanas. Solo se permite la circulación en casco urbano por la calzada, velocidad limitada a 25 kilómetros por hora y un solo ocupante por patinete.

Prohibiciones básicas

Los conductores están sometidos a las mismas tasas máximas de alcohol permitidas por la Ley de Seguridad Vial y a la prohibición de conducir bajo los efectos de sustancias estupefacientes. Eso significa que Guardia Civil y Policía Local pueden dar el alto en cualquier momento para realizar controles. Tampoco pueden llevar auriculares puestos, ni hacer uso del móvil o cualquier otro dispositivo mientras van conduciendo.

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Obligatorio

También es obligatorio, y está exigiendo cada vez más ante la avalancha de patinetes no homologados, un certificado de circulación que acredite que el patinete eléctrico cumple con los requisitos mínimos de seguridad. Además los vehículos deben disponer de reflectante y luz trasera, y reflectante y luz delantera y sistema de frenado.

Normalmente este último sistema de frenado aunque esté homologado es mucho menos eficaz y potente en la mayoría de patinetes que el que incorporan los ciclomotores.

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La Ley de Tráfico fija la obligación a los conductores de utilizar casco de protección, en los términos que «reglamentariamente se determine». Pero ese reglamento no está aprobado. Por lo que la DGT, en estos momentos, solo lo recomienda. Al igual que recomienda que los usuarios cuenten con un seguro de responsabilidad.