El Consell traslada a la Abogacía de la Generalitat la compra y uso por el Botànic de su sede en Orihuela

La Abogacía de la Generalitat ya tiene sobre la mesa todo el expediente del Palacio del Marqués de Rafal de Orihuela, sede de la presidencia autonómica en la Vega Baja. El Consell presidido por el popular Carlos Mazón ha entregado al órgano encargado de la asistencia jurídica de la Generalitat toda la documentación que obra en su poder relativa a este inmueble que el gobierno del Botànic, al frente del cual estaba el socialista Ximo Puig, adquirió por 2,4 millones en junio de 2022 como sede de la presidencia, para que compruebe si hubo irregularidades en la adquisición del inmueble, en su apertura o en su uso, tras comprobar el estado de semirruina en el que están varias de sus estancias y carecer de licencia de actividad, solo de vivienda, y de accesibilidad, entre otras deficiencias. 

Una de las primeras medidas que adoptó el actual jefe del Consell nada más acceder al cargo fue mantener el cierre de la noble casa y no reabrirla por el mal y peligroso estado que presentaba. El inmueble permanecía abierto como sede del Plan Vega Renhace donde trabajaban su director y técnicos de la empresa pública Tragsatec, con la que la Generalitat había concertado en mayo de 2022 una encomienda de gestión, pese a carecer el edificio de licencia de uso para oficinas, que nunca se solicitó al Ayuntamiento de Orihuela. 

Informe

Un informe realizado tras las primeras inspecciones revela que el edificio ha tenido constantes fugas de agua con afección en el sistema de alarma y que no reúne las mínimas condiciones de seguridad para estar abierto al público. En este vídeo se puede ver el aspecto que presenta actualmente el palacio oriolano, sede de la presidencia de la Generalitat en Orihuela.

Así se encuentra el Palacio del Marqués de Rafal de Orihuela.

Las instalaciones de electricidad, protección contra incendios y climatización «son inexistentes u obsoletas». Un arquitecto ha revisado esta semana el inmueble, que podría necesitar, incluso, de algún apuntalamiento en zonas que están en mal estado. Los desconchones de las paredes son abundantes. El edificio carece de los contratos de seguridad y de limpieza.

El informe de deficiencias es solo una parte de toda la extensa documentación que desde la presidencia del Consell se ha entregado en un «pendrive» a la Abogacía de la Generalitat. También se encuentra el contrato de compra, la tasación y todo aquello relacionado con la adquisición, apertura y uso del inmueble hasta su cierre.

Revisión

Ahora este órgano tendrá que revisar los cientos de folios para determinar si hay alguna irregularidad, y en el caso de que la hubiera indicar qué debe hacer la Generalitat, o, por el contrario, si se considera que todo fue correcto. 

Fuentes del Consell señalan a este diario que les ha llamado mucho la atención, y lo consideran una «irresponsabilidad», que el palacio acogiera desde septiembre de 2022 y hasta su cierre en julio de este año, a personal adscrito a la Generalitat e, incluso, recibiera cientos de visitas guiadas pese al «deplorable estado» en el que se encuentra y sin cumplir ni las condiciones de accesibilidad que debe tener un edificio público ni contar con licencia de actividad, solo como vivienda residencial. 

Por todo ello, el Consell de Mazón quiere que la Abogacía se pronuncie, entre otras cuestiones, sobre si la tasación que se hizo refleja el estado que tenía el edificio, si tendría que haber tenido una puerta de emergencia o un plan de evacuación o antiincendios o si debería haberse hecho, antes de su apertura, una revisión de los sistemas de electricidad o agua, que un técnico señala en un informe que están obsoletos.

Esta semana, incluso, se ha dado la orden de cortar el agua en el edificio por las fugas que hay. El Botànic pagó casi 2,4 millones por adquirir el palacio de 2.000 metros cuadrados donde residió el marqués de Rafal. Dos millones menos de lo que pedían sus propietarios cuando lo pusieron a la venta. 

El Consell usará el Palacio Marqués de Rafal de Orihuela como Casa del Agua y de promoción del limón tras rehabilitarlo

Grietas y humedades

El Consell facilitaba esta semana unas fotografías del interior del céntrico inmueble para demostrar el pésimo estado en el que se encuentra. Hay estancias que parecen sacadas de la casa de los horrores. Grietas, desconchones, humedades... Son solo algunas deficiencias, como también un enorme hueco que cae al vacío tras abrir una puerta en la entrada.

La Generalitat tiene previsto llevar a cabo un costoso y largo proyecto de reforma del palacio para subsanar las múltiples deficiencias encontradas en el edificio y adecuarlo a la normativa vigente en materia de seguridad y prevención de riesgos, así como adaptarlo para su uso administrativo.

Después solicitará la licencia de actividad antes de reabrir el inmueble que acogerá, tal y como anunció Carlos Mazón el jueves en Orihuela, la Casa del Agua, como sede institucional y operativa de la futura Mesa del Agua, y la Casa del Limón, como promoción del cítrico más cultivado en la comarca.