SAN MIGUEL DE SALINAS

Más de 3.000 personas se movilizan en San Miguel contra la planta solar de la desaladora

La Asociación de Vecinos insiste en el "tremendo desatino" y el "contrasentido" que supone la instalación por su impacto sobre la agricultura y el paisaje, mientras el Ayuntamiento se muestra dispuesto a "luchar lo que haga falta" para impedir el proyecto

Más de 3.000 personas, según la organización, se han manifestado este domingo en San Miguel de Salinas para expresar su rechazo a la planta solar fotovoltaica que prevé construir en el municipio la sociedad pública estatal Acuamed para abastecer de energía a la desaladora de Torrevieja. La protesta, masiva teniendo en cuenta la población de la localidad, ha recorrido el casco urbano con lemas como "Renovables sí, pero no así" y pancartas alusivas al impacto ambiental y económico de la instalación. Un perjuicio que recaerá principalmente sobre la agricultura más tradicional del entorno y las personas que la ejercen, aparte de efectos de tipo más paisajístico o hídrico.

La movilización, convocada por la Asociación de Vecinos San Miguel Arcángel, ha contado con el apoyo, entre otros, de todos los grupos políticos del Ayuntamiento y de la Comunidad de Regantes de Riegos de Levante Margen Derecha, que representa a un buen número de agricultores afectados por la planta. Pero sobre todo ha servido para mostrar el rechazo frontal de los habitantes de la localidad al proyecto, que pone en riesgo una zona del término municipal que consideran única, por tratarse de un espacio de regadío en producción, cuya pérdida tendría consecuencias incluso más allá de lo económico, en el plano del patrimonio cultural.

Trabajar la tierra

El presidente de la plataforma convocante, Manolo Gómez, califica de "éxito total" la movilización, al mismo tiempo que tacha de "tremendo desatino" un proyecto que, recuerda, perjudica a unos agricultores "que trabajan la tierra día a día". La Asociación de Vecinos hace especial hincapié en que los afectados son pequeños propietarios, que vienen haciendo riego tradicional de sus tierras desde hace ya más de un siglo, y que esa es la única zona del municipio donde es posible encontrar ese tipo de cultivo. Por ello, considera un "contrasentido" que se quiera producir energía arrancando árboles.

La manifestación recorriendo las calles de San Miguel de Salinas.

La manifestación recorriendo las calles de San Miguel de Salinas. / Matías Segarra

Gómez también habla de "nocturnidad y alevosía" al señalar cómo han sabido el pueblo de San Miguel y el Ayuntamiento de la existencia de este proyecto, cuando ha sido obligado realizar una consulta pública y después de más de un año de tramitación. "Es tremendo, es una burla", señala el presidente de la Asociación de Vecinos. El responsable insiste en que "hay otras alternativas", en lugar de "sentenciar a muerte la agricultura de toda la vida". "Es un valor importante que debemos conservar, defender y promover". Asimismo, recuerda que el rechazo "no es a las energías renovables", sino a este proyecto en concreto por el lugar en el que se ha planteado.

Hasta donde haga falta

El alcalde de San Miguel de Salinas, el socialista Juan de Dios Fresneda, recalca el apoyo del Ayuntamiento "a todo lo que vaya en contra de esta instalación", y señala que "no vamos a escatimar en gastos" para pedir todo tipo de informes que cuestionen la planta solar en estos terrenos agrícolas. "Hay un impacto sociológico, esto afecta a mucha gente", insiste, y los vecinos del municipio están "por delante de quien sea". Por ello, se muestra dispuesto a llegar a donde haga falta en esta lucha, "contra el Ministerio si es necesario". Fresneda se felicita de la movilización de este domingo, y defiende que "lo que nos queda es la presión de la calle".

Lectura del manifiesto al término de la marcha.

Lectura del manifiesto al término de la marcha. / Matías Segarra

Regantes

Por su parte, el presidente de Riegos de Levante Margen Derecha, José Andújar, insta a la administración estatal a "pensar en el daño social que representa" la planta fotovoltaica planteada. "El 80% de la superficie de San Miguel es secano, no se entiende por qué no se estudian otras opciones que no perjudiquen a la mejor zona de cultivo" del municipio y una de las mejores de toda la Vega Baja. El dirigente agrario alerta de que se puede echar a perder "el esfuerzo de varias generaciones" por "la ligereza" de pensar que la instalación "solo puede ir ahí".

Andújar coincide con Manolo Gómez en calificar de "contrasentido" el proyecto, y apela a que "escuchen" muestras de rechazo como la expresada en la manifestación de este domingo. Las 200 hectáreas que ocuparía la planta se encuentran al norte del casco urbano de San Miguel, en la zona conocida como Campo de Salinas, y afectan no solo a terrenos agrícolas de gran rendimiento, sino también a bastantes viviendas, parte de ellas utilizadas como residencia principal. Para los convocantes de la protesta, todo ese daño sería incalculable, y no compensa la rebaja del precio del agua de la desaladora de Torrevieja que pudiera suponer la energía producida en la central fotovoltaica.