Guardamar del Segura

Guardamar se mantiene firme con las restricciones a los apartamentos turísticos pese a la presión del sector

Solo las viviendas unifamiliares aisladas y algunas parcelas de edificios se pueden convertir en alojamiento

El alcalde cree que hay que proteger la planta hotelera y diferenciar su oferta del resto

Torres de apartamentos en el sector situado en paralelo al cauce nuevo del Segura.  | ÁXEL ÁLVAREZ

Torres de apartamentos en el sector situado en paralelo al cauce nuevo del Segura. | ÁXEL ÁLVAREZ / D.Pamies

D. Pamies

D. Pamies

El Ayuntamiento de Guardamar del Segura no cede a la presión y mantendrá una de las normativas urbanísticas más restrictivas a la hora de autorizar apartamentos turísticos. En 2007, anticipándose a lo que vendría después, el Plan General de Ordenación Urbana de Guardamar recogió una detallada normativa de uso de las viviendas en suelo urbano. Las viviendas unifamiliares aisladas pueden dedicarse al uso como apartamento turístico regulado.

Pero, cuando se trata de edificios, solo se permite tal uso en unas parcelas específicas y siempre que se dedique todo el bloque a la explotación de apartamentos turístico. No se puede compatibilizar el espacio con primeras viviendas o residencias vacacionales.

Rechazo

En el resto del término el Ayuntamiento deniega semanalmente numerosas solicitudes de certificados de compatibilidad, necesarios para entrar en el registro de vivienda turística autonómica y requisito de calidad para formar parte de la oferta de las grandes plataformas de viviendas turísticas como Airbnb o Booking. El alcalde, José Luis Sáez (PSOE), explicó que, ante el crecimiento exponencial de este mercado en todos los destinos del litoral de la provincia, el municipio de Guardamar podría haber impulsado una modificación puntual del PGOU para abrir la mano.

Bloques de apartamentos en Guardamar.  | ÁXEL  ÁLVAREZ

Bloques de apartamentos en Guardamar. | ÁXEL ÁLVAREZ / D.Pamies

Las cifras

Guardamar cuenta ahora con 545 apartamentos regularizados de alojamiento turístico y 2.562 plazas. Que la restricción es real y funciona lo demuestra que, Altea, un municipio de similar tamaño demográfico -algo más de 20.000 habitantes- en la provincia de Alicante y también situado en primera línea cuenta con 2.000 viviendas registradas en ese mercado y casi diez mil plazas ofertadas -y en enero pasado decidió poner coto a nuevas autorizaciones durante un año hasta realizar un diagnóstico del impacto d este mercado-.

Hoteles

Pero la decisión en firme del equipo de gobierno es no ceder a las presiones que se reciben a diario, tanto de particulares que invirtieron en la población para rentabilizar sus apartamentos como de las inmobiliarias que trabajan con este tipo de alquiler. «Llevamos muchos años, décadas, cuidando la planta hotelera local como algo diferenciador de nuestro sector turístico y también lo tenemos que proteger», señaló el primer edil.

Como dato comparativo, Guardamar contaba -en el último balance de cifras de la Generalitat- con 1.610 plazas hoteleras distribuidas en nueve hoteles y 806 habitaciones, una cifra similar a la de Torrevieja pese a que esta última multiplica por siete la población guardamarenca.

Con 20.000 vecinos censados en el municipio, la expectativa de crecimiento inmobiliario de Guardamar apunta alto con más de 2.000 viviendas en el Mirador, cientos que siguen levantándose en el Raso, las previstas en el entorno del Moncayo y lo que falta por desarrollar en el sector junto al cauce nuevo del Segura.

Sin restricciones

En Torrevieja, sin embargo, no hay restricciones y la ciudad del turismo residencial, además de contar con una importante bolsa de vivienda de alquiler vacacional no regularizado, habitual, por otra parte, en los destinos turísticos, se ha convertido también en referencia de oferta de alojamientos turísticos reglados en los últimos años. Sin restricciones las compatibilidades se aprueban por docenas al mes. El PGOU se remonta a 1986 y el concepto apartamento turístico, tal y como se explota actualmente, no existía. Podría articular una nueva modificación del PGOU para regularlo, pero no tiene intención hacerlo.

Impulso

El impulso inicial a la oferta de alojamiento turístico regulado en la Administración autonómica se ha convertido ahora en una auténtica fiebre en Torrevieja, que ya es la séptima ciudad de España por número de plazas reguladas, con más de 30.000. Con ella la planta residencial alcanza un segmento de público que hasta ahora era poco habitual para Torrevieja, referencia de turismo familiar y de pensionistas: los grupos de jóvenes que aprovechan fines de semanas para el ocio. La estampa de turistas arrastrando maletas se ha hecho habitual en sus calles más céntricas.

Plataformas

La gestión en internet a través de plataformas del alojamiento genera millones de facturación anual en Torrevieja para propietarios, empresas intermediarias e inmobiliarias. Lo que permite renovar viviendas y sacar al mercado una parte de la enorme bolsa de alojamiento sin ocupar o que apenas se emplea unas semanas al año. La ciudad cuenta con más de 60.000 viviendas turístico residenciales.

Pero también genera una serie de inconvenientes que se manifiestan en especial en los edificios de primeras viviendas donde, con carácter general y sin una regulación municipal, no se puede limitar este tipo de alquiler siempre que tenga el certificado municipal de compatibilidad, lo que está provocando un aluvión de quejas y denuncias en el sector de la administración de fincas. Por no hablar del encarecimiento de los alquileres tradicionales de temporada y los dedicados a primera vivienda. En especial, los dedicados a funcionarios -docentes y sanitarios- que procedentes de otras zonas de la Comunidad.