La procesión más corta

Cada Miércoles Santo se realiza el traslado de Nuestro Padre Jesús "El Ahogado" desde la Catedral del Salvador y Santa María hasta su Capilla del Loreto, cuna de la Semana Santa de Orihuela

Es también el origen, hace siglos, del traslado de las imágenes del Santo Entierro hasta la Iglesia de las Santas Justa y Rufina, días antes de la procesión de Sábado Santo, que destaca por las singularidades del Caballero Cubierto y el trono de la Diablesa

Loreto Mármol

Loreto Mármol

La conocida popularmente como "la procesión más corta" de España se celebra en Orihuela. Cada Miércoles Santo, sobre las 21.00 horas, se realiza el traslado de Nuestro Padre Jesús "El Ahogado" desde la Catedral del Salvador y Santa María hasta su Capilla del Loreto, cuna de la Semana Santa oriolana, declarada de Interés Turístico Internacional en 2010.

En el recorrido, de escasos metros, participa el grupo de Cantores Primitiva Pasión Federico Rogel, que también interpreta el Canto de la Pasión en la sobrecogedora procesión de la Hermandad del Silencio en Jueves Santo.

Así, el Ahogado está acompañado por personal del Museo de Arte Sacro y de la Catedral, así como por hermanos de los Pilares de la Soledad. Hace siglos fue el origen del traslado de las imágenes del Santo Entierro, la procesión de Sábado Santo que destaca por las singularidades del Caballero Cubierto y el trono de la Diablesa, que no tiene permitida la entrada a los templos, y por la peculiaridad de que está organizada por el Ayuntamiento. Precisamente, este año la figura del Caballero Cubierto recae en el presidente de la hermandad, Antonio Martínez-Canales.

Al toque de oración, este traslado se ha realizado sobre las 20.00 horas desde la Iglesia del Monasterio de San Juan de la Penitencia hasta la Iglesia de las Santas Justa y Rufina, pasando por las calles San Juan, Alfonso XIII y Mayor de Ramón y Cajal.

Además del Cristo yacente, ha desfilado la imagen de San Juan y la Virgen de la Soledad, que está ligada a los inicios de la Semana Santa, a comienzos del siglo XVII, cuando era portada a hombros por caballeros de la ciudad que habían fundado una cofradía con esta advocación. Después, tomó el testigo la Hermandad de los Pilares de la Soledad, que tiene sus orígenes en el siglo XVI y que cumple este año el 25 aniversario de su refundación, por lo que la Soledad protagoniza el cartel de la guía. Sus componentes tienen como requisito indispensable tener posesión de titulación universitaria.

Portadade la guía 2024

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Realizada por el imaginero oriolano José Sánchez Lozano en 1944, lleva un traje y un manto de terciopelo negro. Las hermanas Clarisas del convento de San Juan de la Penitencia cuidan el ajuar de la Virgen y se encargan de que el Miércoles Santo esté preparada para el traslado.

Desfila a hombros en la procesión del Santo Entierro con alumbrantes de carrera civil o militar. A su paso por la catedral, el obispo de la Diócesis Orihuela-Alicante se incorpora a la procesión acompañando a la Virgen durante el recorrido.

Capilla del Loreto

Los orígenes de la Semana Santa de Orihuela están ligados a la Capilla del Loreto, en la Calle Mayor junto al Palacio Episcopal. Fundada en 1536, allí tenían su sede cuatro cofradías con las invocaciones del Santísimo Sacramento, Purísima Sangre de Cristo, Nuestra Señora del Loreto y Nuestra Señora de los Desamparados. Sus obligaciones eran proveer la cera que se consumía en la catedral y enterrar a los que morían desamparados y sentenciados por la justicia.

Para ello, tenían una fábrica de cera y pedían limosna en la procesión de la Sangre de Cristo, que se organizaba el Viernes Santo por la tarde, a la que se unían los ciudadanos que habían formado la Cofradía de Nuestra Señora de la Soledad, establecida en la seo oriolana, pero con su imagen principal en el Loreto.

Desfilaban en total cuatro pasos que representaban a Nuestro Padre Jesús Nazareno, Jesucristo clavado en la Cruz, el Descendimiento y Nuestra Señora de la Soledad. Acompañando cada insignia, iban los cantores y músicos de la catedral. Hay constancia documental que desde 1602 el Ayuntamiento pagaba las antorchas de cera blanca y roja que utilizaban los jurados que acompañaban el desfile.