Cómo limpiar los azulejos de tu cocina con la piedra blanca: en 5 minutos quedan relucientes

Verás como logras eliminar la suciedad y conseguir un brillo espectacular

Mati Sirvent

Mati Sirvent

No hace falta liar un zafarrancho de combate para tener limpia tu cocina. Ya sabemos que realizar una limpieza diaria es fundamental: fregadero, vitrocerámica, encimera y suelos, son los básicos de cualquier cocina. A diario a buen seguro que realizas la limpieza de estas superficies, pero puedes ir un poco más allá. 

Los azulejos de tu cocina son una parte fundamental a la hora de tener limpia esta estancia, sobre todo los que se ubican justo enfrente de la vitrocerámica o los fuegos. El aceite y todo tipo de comida suele quedar adherida a esta superficie y es importante limpiarla de una forma adecuada.

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En este artículo ya te contamos que puedes limpiar los azulejos de tu cocina con agua y jabón, no te hace falta más. Puedes coger un barreño pequeño, llenarlo con agua y verter un poco de jabón líquido. Lograrás acabar con la suciedad que encuentres. Ahora bien, si quieres una limpieza más potente y que incluya la desinfección puedes mezclar agua caliente con un chorro de amoniaco. La mezcla será más potente y no quedará ni rastro de gérmenes. Otra opción es usar vinagre. En estos dos últimos casos deberás aclarar con una bayeta con agua limpia la superficie para retirar los restos de productos y que tampoco quede mal olor en la cocina.

Limpiar los azulejos de la cocina con la piedra blanca

Otra opción que puedes utilizar es la famosa y archiconocida piedra blanca de limpieza. Esta arcilla, compuesta por glicerina y carbonato de sodio, entre otros, se utiliza para limpiar innumerables superficies de nuestro hogar. Desde la vitrocerámica y los fogones, hasta los electrodomésticos, el culo de las sartenes, la plancha quemada o las llantas y los faros del coche. 

Así que resulta ideal también para limpiar los azulejos de la cocina y además no puede ser más sencillo y rápido. Retira con un paño los restos de comida que hayan podido quedar pegados y moja la esponja que viene con la piedra en la arcilla. Recoge el producto con la esponja y pásalo por los azulejos. Si tienes alguna mancha más resistente puedes frotar con más fuerza. A continuación, con una bayeta húmeda retira el exceso de producto y verás qué brillantes quedan. No te olvides de las juntas, que es donde más suciedad se acumula y más feo hace. Además, si las tienes de color negro puede ser indicativo de que tienes humedad y moho acumulado.