Nunca más tendrás los faros del coche amarillentos: así tienes que limpiarlos

Con el paso del tiempo y la exposición a elementos externos, es común que los faros del cocheadquieran un aspecto amarillento y opaco. Esta degradación no solo afecta la estética del vehículo, sino que también compromete la eficacia de la iluminación, lo que puede resultar en una conducción menos segura durante la noche o en condiciones de baja visibilidad.

Afortunadamente, con los métodos y herramientas adecuados, es posible restaurar la claridad y el brillo de los faros sin la necesidad de reemplazos costosos. Aquí te ofrecemos una guía detallada sobre cómo limpiar los faros del coche que se han puesto amarillentos.

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Cómo limpiar los faros del coche amarillentos

Paso 1: Preparación

Antes de comenzar el proceso de limpieza, es importante preparar adecuadamente el área de trabajo y los materiales necesarios. Necesitarás:

• Cinta de pintor
• Papel de lija de grano 400, 600, y 2000
• Esponja o paño suave
• Pasta de dientes o un kit de restauración de faros
• Agua
• Paño de microfibra
• Barniz para faros (opcional)

Primero, limpia la superficie de los faros con agua y jabón para remover suciedad superficial. Luego, utiliza cinta de pintor alrededor de los faros para proteger la carrocería del coche de posibles daños durante el proceso de lijado.

Paso 2: Lijado

El objetivo del lijado es remover la capa exterior dañada del faro. Comienza utilizando el papel de lija de grano 400, siempre mojándolo un poco para evitar daños por fricción excesiva. Lija con movimientos circulares uniformes, aplicando una presión moderada. Continúa este proceso hasta que observes que la superficie se ve más uniforme, aunque todavía opaca.

Procede con el papel de lija de grano 600, repitiendo el proceso para suavizar aún más la superficie. Finalmente, utiliza el papel de lija de grano 2000 para darle un acabado fino. Es crucial mantener la superficie del faro y el papel de lija húmedos durante todo el proceso para evitar rayones profundos.

Paso 3: Pulido

Una vez completado el lijado, el siguiente paso es pulir los faros para restaurar su claridad. Puedes utilizar pasta de dientes, que actúa como un pulidor suave, o un producto específicamente diseñado para la restauración de faros. Aplica el producto elegido sobre una esponja o paño suave y frota la superficie del faro con movimientos circulares y firmes. La pasta de dientes, gracias a sus partículas abrasivas suaves, puede eliminar las imperfecciones finales y devolverle transparencia al faro.

Paso 4: Limpieza y protección

Después de pulir, limpia los faros con agua para remover cualquier residuo del producto utilizado. Seca completamente con un paño de microfibra.

Como paso final y opcional, pero altamente recomendado, aplica un barniz para faros. Este producto añade una capa protectora que ayuda a prevenir la degradación futura por exposición a los rayos UV, prolongando la claridad y la protección de los faros. Sigue las instrucciones del fabricante para su aplicación.

Consejos adicionales

• Prueba en un área pequeña: Antes de comenzar, prueba los materiales y productos en una pequeña sección del faro para asegurarte de que no causen daño.
• Paciencia y perseverancia: Restaurar los faros puede ser un proceso laborioso. Tómate tu tiempo y repite los pasos de lijado y pulido si es necesario para lograr el mejor resultado.
• Mantenimiento regular: Una vez restaurados los faros, mantenlos limpios y considera aplicar periódicamente una capa protectora para evitar que vuelvan a opacarse.

Restaurar los faros amarillentos de tu coche no solo mejora su apariencia, sino que también es una cuestión de seguridad. Con esta guía, tienes todo lo necesario para devolver la claridad y el brillo a tus faros, asegurando una mejor visibilidad en la carretera. La satisfacción de realizar tú mismo este mantenimiento, además del ahorro económico comparado con un reemplazo profesional, hace que valga la pena el esfuerzo.