Limpiar las puertas lacadas en blanco puede parecer una tarea desalentadora debido a su acabado brillante y su propensión a mostrar manchas y suciedad. Sin embargo, con las herramientas y técnicas adecuadas, puedes mantener tus puertas luciendo como nuevas. Aquí te dejo una guía paso a paso para saber cómo limpiar tus puertas lacadas en blanco.

¿Qué necesitas para limpiar tus puertas lacadas en blanco?

  • Jabón suave
  • Paño de microfibra o esponja suave
  • Agua tibia
  • Toalla seca
  • Limpiador de vidrio (si tu puerta tiene paneles de vidrio)

Paso a paso para saber cómo limpiar tus puertas lacadas en blanco

  1. Preparación: Comienza quitando el polvo y la suciedad suelta de la superficie de la puerta. Puedes hacer esto con un paño de microfibra seco.
  2. Limpieza general: En un balde, mezcla una pequeña cantidad de jabón suave con agua tibia. Remoja el paño de microfibra o la esponja en la solución jabonosa, y luego exprímelo bien para que esté húmedo pero no goteando.
  3. Aplicación de la solución: Limpia la puerta con el paño o la esponja, trabajando desde arriba hacia abajo. Trata de fregar suavemente las áreas más sucias o manchadas. Evita el uso de cepillos duros o esponjas abrasivas, ya que pueden rayar la superficie lacada.
  4. Enjuague: Después de haber fregado toda la puerta, enjuaga el paño o la esponja, y vuelve a pasarlo por la puerta para eliminar cualquier residuo de jabón. Recuerda no dejar demasiado agua en la puerta.
  5. Secado: Con una toalla seca, seca la puerta completamente para evitar que el agua se asiente en la superficie y cause daños. Deja la puerta abierta para que se seque completamente.
  6. Limpieza de vidrio: Si tu puerta lacada en blanco tiene paneles de vidrio, puedes usar un limpiador de vidrio y un paño suave para limpiar estas áreas. Evita que el limpiador de vidrio entre en contacto con la superficie lacada.

Para mantener tus puertas lacadas en blanco en buen estado, es mejor limpiarlas regularmente en lugar de esperar a que estén muy sucias. La frecuencia dependerá del uso y del lugar en el que estén ubicadas, pero una buena regla general es hacer una limpieza ligera semanalmente y una más profunda mensualmente.

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Recuerda que los productos químicos fuertes y los abrasivos pueden dañar el acabado lacado, por lo que siempre es mejor utilizar productos y herramientas suaves. Si alguna mancha o suciedad no se quita con estos métodos, es posible que desees consultar a un profesional para evitar dañar la puerta.

Ahora ya sabes cómo limpiar tus puertas lacadas en blanco.