Un destello de magia en Mutxamel

La gran Entrada de Moros y Cristianos, con tres boatos, ha sido el punto álgido de las fiestas

La ilusión se podía apreciar en los rostros de los allí presentes. El evento más importante de las fiestas, la gran Entrada de los Moros y Cristianos de Mutxamel, hizo que todo el pueblo rindiese culto a la muestra de magnificencia de ambos bandos, siendo conscientes de la preparación de cada comparsa durante todo el año para llegar a este día tan especial.

Los visitantes de otras zonas de la provincia fueron testigos de la magia y el ambiente que se respira en una jornada así. Había expectación por ver con qué sorprendería cada comparsa, pero en especial era una tarde única para presenciar el boato que luciría el séquito moro Los Pacos en su centenario. 

Así, la Entrada contó con tres boatos, pues la comparsa Los Pacos cumplía 100 años y se convirtieron en los protagonistas de la velada con una recreación histórica durante el desfile. De esta forma, escenificaron un trozo de la guerra del Rif como preludio al nacimiento de su comparsa, donde diferentes festeros vistieron todas las chilabas de la historia de Los Pacos, poniendo especial cuidado en mostrar la más valiosa, la original de 1923. Como homenaje, recibieron del público todo el cariño que ellos han destinado a las fiestas durante los cien años de su historia.

El presidente de la Generalitat, Carlos Mazón, tampoco se quiso perder unas fiestas que catalogó de «excepcionales» y una de las celebraciones «donde más se involucra a todo el pueblo». El jefe del Consell, por tanto, no pudo perderse una festividad que continuará con una guerrilla que esparcirá por toda la localidad el característico aroma a pólvora, y la retreta, un desfile de humor nocturno que creará un ambiente más divertido y alegre.