Disputa entre Sant Joan y Alicante por las obras de acceso a una rotonda

Ambos consistorios confirman que la glorieta ya "está finalizada", pero queda pendiente la segunda parte del proyecto: ampliar la avenida Conrado Albaladejo

Obras en la rotonda que conecta la avenida Conrado Albaladejo con Nou Nazareth.

Obras en la rotonda que conecta la avenida Conrado Albaladejo con Nou Nazareth. / Aitor Soler

Hay veces que la cercanía acarrea distancia. Que se lo digan a Alicante y Sant Joan, localidades vecinas, unidas por su proximidad, pero separadas por una rotonda que, por paradójico que pueda resultar, debería afianzar la conexión entre ambas. La glorieta foco de esta controversia se encuentra en la avenida Conrado Albaladejo, en terrenos de Playa de San Juan, es decir, de la capital.

Para ser exactos, esta calle es una de las que marca la frontera entre ambas ciudades, y seguramente ese sea uno de los motivos por el que ambos ayuntamientos no terminan de ponerse de acuerdo. En lo que sí coinciden es en el estado actual de la rotonda que se ubica en esta avenida. "Ya está finalizada", aseguran ambas partes. El veredicto que los dos consistorios coinciden en dar contrasta con la realidad, ya que en la zona sigue habiendo una importante presencia de operarios, así como de maquinaria y elementos de vallado.

Esto se debe a que, tal como ha indicado David Aracil, concejal de Urbanismo de Sant Joan, en estos momentos se está trabajando en la "segunda capa de asfalto", pero en lo que se refiere a la rotonda, "solo falta el ajardinamiento del interior". A falta de que se completen estos últimos retoques, queda por acometer la segunda parte del proyecto, la ampliación de la avenida Conrado Albaladejo entre la rotonda y Pintor Pérez Gil, un tramo que pasará a tener "dos carriles de ida y otros dos de vuelta", el doble que ahora.

El responsable de ejecutar esta parte del plan, a pesar de que discurra por terrenos de la capital, es el Ayuntamiento de Sant Joan, algo que han confirmado ambos consistorios. El problema reside en que, al parecer, "Alicante está exigiendo más de lo que se había acordado". Según explica Aracil, hace cinco años las dos ciudades acordaron que el gasto destinado a este proyecto lo debía asumir Sant Joan. Pero ahora, media década después, los técnicos de la capital "no están de acuerdo" con el coste que se calculó para esta operación y casi han triplicado la cuantía que se estableció en un inicio, que ha pasado de 400.000 a 1.000.000 de euros.

"Como Ayuntamiento no podemos disponer de ese importe", reconoce el titular de Urbanismo, que no disimula su asombro ante la nueva estimación de lo que considera una actuación que afectará a "una calle mínima". "No lo entendemos", recalca Aracil, que no obstante se muestra convencido de que se trata de "una cosa más técnica que política".

En cualquier caso, tal como ha recordado el concejal, el Ayuntamiento de Sant Joan se encuentra a la espera de que su contraparte expropie los terrenos. "No podemos mover ficha", comenta Aracil, que aclara que "si los terrenos no son públicos, no podemos urbanizar". Por su parte, el Consistorio de Alicante dio su palabra, así se lo hizo saber a INFORMACIÓN, de que pondrá a disposición la superficie necesaria "para desarrollar esta parte del proyecto", siempre que claro, Sant Joan "establezca dotación presupuestaria para el mismo".

A tenor de lo que ambas partes dicen, todo hace indicar que el asunto ha entrado en una fase de tira y afloja que se eternizará hasta que uno de los dos ayuntamientos ceda. Cabe recordar que el vial que va a ser escenario de esta reconfiguración está destinado a ser el principal eje de conexión entre Alicante y Nou Nazareth, el barrio de Sant Joan cuyos primeros vecinos llegaron el pasado mes de diciembre. Desde entonces, la zona se está convirtiendo en un epicentro de quejas debido a la falta de limpieza, papeleras y bancos.

En respuesta a esta situación, el concejal de Limpieza y Gestión de Residuos, Nicolás López, aceptó las quejas de los vecinos, que las considera "comprensibles", y aseguró que el Ayuntamiento está trabajando para intentar dar mejor cobertura a este nuevo barrio que prevé alojar a 3.000 nuevos residentes.