La carretera CV-795, que une Alcoy con Banyeres, registra de media un accidente por el choque con un jabalí al mes, según corroboran datos facilitados a este periódico por la Jefatura Provincial de Tráfico de Alicante. Desde mediados de 2017 hasta la fecha se han producido en esta vía 58 colisiones con alguno de estos animales, que proliferan de manera notable en la sierra de Mariola, por donde discurre el trazado. Esto arroja un promedio de prácticamente 12 al año. No ha trascendido que ninguna persona sufriera lesiones graves en estos siniestros, pero puede suponerse que los daños materiales han sido cuantiosos, y al menos en un caso un conductor tuvo que ser excarcelado por los bomberos.

La siniestralidad con animales de la CV-795 sorprende por la escasa longitud de esta carretera, 23 kilómetros desde el centro de Alcoy hasta el enlace con la CV-81, pasado Banyeres. Pero es que todos los siniestros se han producido en el tramo entre las dos localidades, que no llega a 20 kilómetros. Un recorrido muy corto para la elevada cantidad de accidentes con fauna que en él se producen. Como ya publicó este periódico hace algunas semanas, cada día se produce de media un accidente de este tipo en la red viaria de la provincia, y aunque la mayoría tienen lugar en autovías y autopistas, la CV-795 es, junto con la CV-700, la carretera convencional más conflictiva en este sentido.

Un jabalí atropellado en esta carretera el pasado mes de septiembre. LUCIO ABAD

Según los datos aportados por Tráfico, entre 2017 y 2021 se produjeron en esta vía 65 accidentes con animales. Con los que se han producido a lo largo de este año, la cifra asciende a 76, por lo que la media se mantiene, aunque el último siniestro hasta ahora se produjo el 19 de septiembre. El jabalí es el infortunado protagonista de la gran mayoría de estas colisiones, pero no el único. Así, en estos últimos cinco años se han producido algunos percances con zorros y cabras montesas, e incluso algunos con ciervos y uno con un muflón, lo que da una idea tanto de la riqueza faunística de la sierra de Mariola como del riesgo que entraña a la hora de atravesarla al volante. También ha habido puntualmente accidentes con animales domésticos extraviados.

De entre los 76 siniestros con fauna ocurridos desde 2017 en la CV-795, solo muy puntualmente alguna persona ha sufrido daños. El 22 de diciembre de 2020 fue una de esas ocasiones, a las 12.30 horas, a plena luz del día, y el animal implicado fue un ciervo. El ocupante del vehículo, que circulaba en dirección a Banyeres, tuvo heridas leves, se desconoce si por colisionar con el animal o por salirse de la vía al tratar de esquivarlo. Los ciervos no son una especie autóctona de la sierra de Mariola, sino que fueron introducidos con fines cinegéticos en varias fincas de la zona en torno a 1990; algunos ejemplares se escaparon de los cotos y se han ido reproduciendo y expandiendo por el entorno. Con todo, no resulta fácil verlos por las carreteras, y menos de día.

Velocidad y distracción

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En la CV-795 concurren varios factores que aumentan el riesgo de siniestralidad. La carretera discurre por plena sierra de Mariola y, además, tiene un trazado y firme excelentes, con algunas rectas muy largas que invitan a pisar el acelerador por encima de los 90 kilómetros por hora permitidos como máximo. A eso se une el peligro de un exceso de confianza, dado que la gran mayoría del tráfico que tiene esta vía es local, bien entre Alcoy y Banyeres o entre esta última localidad y Onil e Ibi. Por lo tanto, en general los conductores conocen bien la carretera y su trazado.

Sin embargo, los datos ponen de manifiesto la obligación de extremar la precaución. Aparte, cómo no, de cumplir las normas en cuanto a la velocidad. Sobre todo cuando no hay falta de luz natural; los datos corroboran que casi todos los siniestros con fauna se han producido en horario nocturno, que es justo cuando muchos animales hacen más vida. A lo largo de la carretera se suceden las señales advirtiendo del riesgo de presencia de animales silvestres, pero las cifras dan a entender que no resulta suficiente, sino que hace falta que los usuarios refuercen la prudencia.