Jesús Cees termina de pintar el interior de la ermita de Sant Cristòfol de Alcoy

El artista desoye todas las advertencias del Ayuntamiento, que denunció el caso ante la Policía de la Generalitat por un presunto delito de atentado contra el patrimonio

Jesús Cees pintando el techo de la ermita de Sant Cristòfol.

Jesús Cees pintando el techo de la ermita de Sant Cristòfol. / LUCIO ABAD

El artista plástico Jesús Cees ha terminado de pintar el interior de la ermita de Sant Cristòfol de Alcoy, ubicada en la sierra de Mariola y declarada Bien de Relevancia Local, pese a la investigación que se sigue contra él por estos hechos. El autor ha desoído todas las advertencias realizadas por el Ayuntamiento y ha culminado el trabajo iniciado en 2020, tal y como él mismo indicó que haría, pasando por algo el riesgo de enfrentarse a un proceso judicial y a sus consecuencias o a una cuantiosa sanción administrativa. El propio Cees ha confirmado a este periódico que el interior de la ermita ya se encuentra totalmente pintado.

Tal y como publicó este periódico, Cees compareció el pasado mes de junio ante la Policía Nacional, después de que se abrieran contra él diligencias por un presunto delito contra el patrimonio histórico. La citada ermita data del siglo XIV y, dada su protección legal, no puede alterarse su estado original. De hecho, fue eso lo que motivó que en su día se retiraran del templo las fotografías, las velas y los ramos de flores que habían ido depositando allí diferentes personas para recordar a seres queridos fallecidos. Sin embargo, a pesar de ello el artista ha ido pintando el interior.

Cees comenzó su obra en la primavera de 2020, aprovechando el confinamiento por la pandemia. Previamente, él había solicitado autorización al Ayuntamiento para realizar la intervención, pero este la denegó por considerarla "anacrónica", inapropiada para un edificio del siglo XIV, y que "podía dañar los materiales originales". Aun así, decidió actuar y, el pasado mes de marzo, él mismo dio a conocer que había pintado gran parte del interior de la ermita, y que si había dejado a medias la obra había sido debido a que se cayó del andamio al que estaba subido y se fracturó los dos brazos.

El Ayuntamiento abrió un expediente para aclarar lo sucedido y puso el asunto en manos de la Policía de la Generalitat, que halló al artista "in fraganti" realizando su obra. Tras comparecer en sede policial aseguró que culminaría su obra, al estar convencido de no estar haciendo "ningún daño" y que se trataba de "algo bello y sin mala intención". También manifestó a este periódico que "a la gente que sube de excursión a la ermita de Sant Cristòfol le gusta mi obra, me anima". Sin embargo, la Policía remitió el asunto a la Fiscalía, que investiga a Cees por el citado presunto delito contra el patrimonio histórico. El artista se enfrenta a una posible sanción de elevada cuantía y a tener que devolver la ermita a su estado original.

El autor ante una cruz pintada en el templo, junto a la que se han colocado flores y velas.

El autor ante una cruz pintada en el templo, junto a la que se han colocado flores y velas. / LUCIO ABAD

La intervención ha causado sensaciones muy dispares en el ámbito artístico alcoyano, y en general entre la sociedad de la ciudad. Para algunas personas se trata de un atentado contra el patrimonio artístico o una aberración, al entender que el característico estilo del autor, que recuerda a los mosaicos y con colores muy vivos, nada tiene que ver con el entorno de una ermita del siglo XIV. No obstante, muchos defienden también a Cees, que cuenta con una larga trayectoria y reconocimiento como pintor en el ámbito local, al considerar que ha contribuido a evitar que el templo se deteriore y que, al margen de todo, la calidad artística de su pintura es innegable.

Preguntado por este periódico, Cees se siente muy satisfecho con el resultado. Afirma que la ermita "ha quedado preciosa", y que así se lo han hecho llegar también muchas personas que han acudido al lugar. El artista defiende que durante la intervención ha mostrado "respeto por el sitio", y sobre las posibles consecuencias que tenga su acción, está convencido de que las habrá, aunque no se muestra preocupado por ellas. "Ahora a ver lo que hacen", sostiene. En cualquier caso, señala, "durante este tiempo no he tenido ninguna molestia", es decir, nadie desde el pasado mes de junio ha acudido en ningún momento hasta la ermita para impedirle que culminara su obra.