Visitantes ejemplares y concienciados en la Font Roja de Alcoy

Los excursionistas vuelven a acudir al parque tras el cierre por riesgo de incendios, una medida que comprenden y por cuyo respeto incluso ha dado las gracias la dirección del espacio natural

Un ciclista en el mirador del centro de visitantes de la Font Roja este viernes, tras subir al paraje.

Juani Ruz

La decisión de la Generalitat de cerrar el acceso a los parques naturales durante el pasado puente del 15 de agosto por la alerta ante el riesgo de incendios fue del todo efectiva en la Font Roja. Con una sola carretera de acceso desde Alcoy, si se exceptúa la poco recomendable picaresca de subir por la llamada carretera de les Llacunes, bastó con bajar la barrera, como en otras ocasiones, y esperar a que con el levantamiento de la medida lo hiciera también el punto de control. No obstante, el respeto a este cierre temporal ha sido absoluto: no consta que se haya producido ninguna incidencia, y apenas las ha habido tampoco en anteriores veces en que se ha aplicado.

El cumplimiento sin reservas de la restricción de acceso ha despertado la admiración de la dirección de los parques de la Font Roja y la Sierra de Mariola, que esta semana ha agradecido a la ciudadanía, en un comunicado, "su comportamiento cívico ejemplar", con especial mención a los vecinos de los municipios que forman parte de ambos espacios naturales. En el caso de la Font Roja, a su enorme valor natural y a la presión que soporta por estar en medio de un entorno bastante urbanizado y con un un único acceso por carretera, se une el aprecio sentimental por el entorno.

Barrera levantada en la carretera y cartel que indica que el parque está abierto.

Barrera levantada en la carretera y cartel que indica que el parque está abierto. / JUANI RUZ

Esto se da en las dos vertientes del parque, pero obviamente mucho más en la que recae a Alcoy, por encontrarse aquí el santuario de la Virgen de los Lirios y todo lo que ello comporta. Por eso, cerrar el acceso como medida de precaución le parece "perfecto, de maravilla" a visitantes locales como Juan y Manuel, que este viernes habían acudido este viernes respectivamente a pie y en bicicleta. Y además, recuerdan que en otoño también se pone en práctica la medida para evitar aglomeraciones. "Hay un aforo, y cuando se pasa, no se admite a nadie más". También le parece bien a Alberto, que había subido igualmente a pie: "Hay que proteger el paraje, nos lo estimamos mucho los alcoyanos".

Pablo y Laura son dos jóvenes que han pasado varias noches en la zona de acampada del parque.

Pablo y Laura son dos jóvenes que han pasado varias noches en la zona de acampada del parque. / JUANI RUZ

En la zona de acampada situada al pie del santuario, Pablo y Laura recogían la tienda de campaña en la que habían dormido las últimas noches. "Veo bien que se cierre cuando hay calor extremo", afirmaba él. "Todo está muy seco y se puede formar un incendio enseguida, y eso sería una lástima, con lo bonito que es el paraje". No obstante, al mismo tiempo admitía que "es una pena que lo cierren, porque da gusto venir, y los atardeceres aquí son preciosos". "Y dormir, ya una locura, viendo animales como zorros o jabalíes; le da un toque de magia, aunque dé un poco de miedo", bromeaban los dos.

Excursionistas en el parque en la mañana de este viernes.

Excursionistas en el parque en la mañana de este viernes. / JUANI RUZ

Para otra campista llamada también Laura, "es una medida que puede parecer algo exagerada, pero la veo bien", sobre todo teniendo en cuenta que hay personas poco concienciadas con el medio ambiente. "Lo malo es que está siempre muy concurrido", comentaba, aun admitiendo que esto resulta inevitable. También aplaudía la medida Juan, ciclista profesional vecino de Alcoy que había subido, cómo no, en bicicleta: "Es un parque superbonito, y tiene una buena subida para venir". En términos parecidos se expresaba otra excursionista, quien recalcaba que "es solo por unos días, y nos evitamos el riesgo de perder algo tan bonito como esto".

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