8M: Alcoy sale a la calle para defender los valores del feminismo

Cientos de personas recorren la ciudad para exigir una igualdad plena y firmeza ante el avance de los discursos machistas o reaccionarios en general, y con mensajes también de apoyo a Palestina

Manifestación 8M en Alcoy

Juani Ruz

Alcoy ha vuelto a echarse a la calle un año más con motivo del Día Internacional de la Mujer. Este 8M, en torno a un millar de personas han mostrado su apoyo a los valores del feminismo participando en la manifestación que ha recorrido el centro histórico de la ciudad, desde el paseo de Cervantes hasta la plaza de España. Una jornada para celebrar lo que las sucesivas movilizaciones han permitido conseguir, pero sobre todo una cita para recordar que la lucha por mantener todo lo conquistado es continua, y que hay todo un discurso que trata de socvarlos. Y también, que hay muchas mujeres en el mundo que aún a día de hoy no tienen siquiera los derechos más fundamentales.

A lo largo del recorrido se han podido ver pancartas como "Feminisme és justícia, igualtat i dignitat", "Vaga mundial feminista", "El masclisme és violència" o "Per la igualtat i la justícia social i ambiental". Personas de todas las edades han participado en esta marcha, a la que también se han sumado varios cargos públicos locales, principalmente de fuerzas políticas de izquierda. El recorrido ha estado animado también por una batucada, acompañada también de todo tipo de lemas que han ido coreándose durante el trayecto, como el de "La revolución será feminista o no será".

Un momento de la movilización.

Un momento de la movilización. / Juani Ruz

El manifiesto leído en la plaza de España ha hecho hincapié en la necesidad de defender cada día los valores de igualdad que propugna el feminismo, manteniendo también la guardia ante el avance de los movimientos reaccionarios, y con una mirada además de apoyo a Palestina por la violencia que está sufriendo su población. El texto comenzaba recordando que "volvemos a las calles a gritar por nuestros derechos", y que "el feminismo es interseccional, una lucha por los derechos de todas las personas". Un movimiento, incidía la reivindicación, que defiende una sociedad "antisexista, antifascista y antirracista, más justa".

"Hemos ido ganando cada uno de los derechos que tenemos", seguía el manifiesto, pero asistimos a una "reacción patriarcal", a la cual es necesario hacer frente. Ante esto, "exigimos luchar contra los pensamientos intolerantes, como los de la extrema derecha", abogando por "una educación feminista, libre de los dictados patriarcales; una educación en valores, donde la coeducación forme un mundo de iguales" y llamando también a "acabar con el androcentrismo en la ciencia, las artes y la cultura". También se apostaba por "ciudades seguras, con accesibilidad universal, verdes y amables", y servicios públicos como el de "garantizar el derecho de las personas a ser cuidadas", o todo lo referido a la salud sexual y reproductiva: "Basta ya de mercantilizar los cuerpos de las mujeres".

Cartel recordando a las mujeres de Palestina.

Cartel recordando a las mujeres de Palestina. / Juani Ruz

Las miradas hacia Palestina han sido constantes a lo largo del manifiesto, recordando que su población sufre "una violencia y una deshumanización intolerables" por parte de Israel, un Estado que lleva a cabo "políticas de ocupación y erradicación" mientras el grueso de la comunidad internacional mira hacia otro lado. Y esa represión despiadada, recuerdan, afecta de manera más especial a las personas más vulnerables, como las mujeres y los niños y niñas. La cuestión se ha vuelto a citar al señalar demandas como la de derogar la Ley de Extranjería, incidiendo en el riesgo que padecen las mujeres migrantes, y aún más aquellas que están en zonas de conflicto.

Actuación de la Muixeranga Penyeta Blanca de Cocentaina.

Actuación de la Muixeranga Penyeta Blanca de Cocentaina. / Juani Ruz

También se ha señalado, como no podía ser de otra forma, la lacra de la violencia machista, apelando una vez más a "políticas reales de igualdad". El texto ha terminado reivindicando, entre otras proclamas, que "por todas las que han estado aquí, seguimos, y por las que vendrán, luchamos. En nuestras diversidades está la fuerza de una sociedad justa". El acto ha concluido con una actuación de la Muixeranga Penyeta Blanca de Cocentaina, que ha rendido también homenaje a Palestina; las niñas que han culminado cada una de las torres humanas que se han realizado han exhibido un pañuelo típico de esta región, de color morado para enfatizar la reivindicación del 8M.