El Plan Rabasa y su modificación para acoger el centro comercial de Ikea ha salvado una "piedra en el camino", al obtener el visto bueno del Júcar, el organismo del Ministerio de Medio Ambiente, pero el proyecto permanecerá bloqueado ya que aún tiene pendiente de salvar lo que la alcaldesa de Alicante, Sonia Castedo, calificó como "roca en el camino", en alusión al demoledor informe de la Unidad de Carreteras del Ministerio de Fomento, en el que cuestiona la ubicación de Ikea junto a la autovía.

El informe de Carreteras es vinculante y, por tanto, mantendrá bloqueada esta actuación urbanística hasta que Ayuntamiento no convenza de que la solución de tráfico prevista no mermará la capacidad de la cercana autovía.

El citado informe, que fue recibido en el Ayuntamiento en julio de 2011, supuso un duro varapalo para la viabilidad de Ikea, aunque no cierra las puertas a su instalación. Así, Carreteras advierte que no dará su visto bueno a la modificación del Plan Rabasa "en tanto no se demuestre que las nuevas conexiones e intraestructuras a realizar por el urbanizador no representarán una merma en el nivel de servicio de las autovías de su entorno ni en los ramales existentes". Exige, además, un estudio de tráfico que justifique la viabilidad de los enlaces de Rabasa con la red de carreteras.