¿Qué destaca de la sentencia?
Además de lo inusualmente rápido de la resolución que anula el decreto también advierte del daño a la dignidad de las personas y recoge expresiones fruto de las manifestaciones que protagonizamos en la calle, lo que lleva a mencionar un momento de clímax social. Demuestra que los jueces no son inhumanos.
¿Confiaban en la Justicia?
Hemos ido hasta donde había que ir. A la calle y también a los juzgados, que es donde se ganan las cosas. Lo más grave es la situación de todos los que por desinformación o por miedo se salieron de los centros por no poder hacer frente al copago pese a que difundimos que no se aplicarían los precios para no gravar la economía de los más desfavorecidos.
¿Tiene que pagar el Consell?
A parte de las costas del juicio, los 15 millones de euros que esperaban sacar del copago no los van a ingresar. Y si alguien ha pagado por los servicios, les recomendamos que lo reclame. Pero tampoco hay que echar las campanas al vuelo, que hay diez días para un recurso de casación.
¿Qué diría a los gobernantes?
Es un gran golpe para la Generalitat. Se han equivocado de todas todas y ahora Fabra tendrá que hacer efectivo el supuesto apoyo a los más desfavorecidos del que alardeó en su discurso de Navidad hace dos años.
