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«Mi abuelo volvió a Alicante tras pensar que quitarse la vida no acabaría con la Guerra»

Carmen Negrín repasa la figura del último presidente del Gobierno de la II República para «acabar con los mitos»

«Mi abuelo volvió a Alicante tras pensar que quitarse la vida no acabaría con la Guerra»Pilar Cortés

«Mi abuelo fue de los últimos en salir de España. En Petrer se reunió con los ministros que quedaban, pero no fueron todos, Casado no estaba y entonces mi abuelo se fue a Madrid porque sospechaba que iba a haber un golpe. Allí se planteó la posibilidad de suicidarse esperando que eso acabara la Guerra de una manera más fácil evitando un baño de sangre, pero reflexionó y pensó que no serviría de nada y volvió a Alicante. De allí sale con los fieles, Álvarez, Cisneros y en otro avión La Pasionaria y Rafael Alberti». Así explicó ayer Carmen Negrín, nieta del que fuera el último presidente del Gobierno de la Segunda República, Juan Negrín, los convulsos momentos que se vivieron los últimos días de la Guerra Civil, en los que también se produjeron «traiciones» sobre las que la descendiente de Negrín no quiso ahondar.

La nieta de Juan Negrín, que vivió con él hasta los diez años, se decidió a restaurar su figura hace años, por los «mitos nefastos que llegaban a mis oídos». El más conocido, el del «Oro de Moscú», las reservas del Banco de España que viajaron a Rusia para financiar armamento y sobre las que se le acusó de beneficiarse. «El hecho de que lo puedan acusar de robo es inaceptable porque era una persona recta, severa, exigente, seria y generosa y además los papeles han demostrado con recibos a qué se destinó el dinero», aseguró Negrín.

«Los mitos son proporcionales al valor de la persona y a lo que representaba como oposición a Franco», añadió. Pero de ahí surgió la «obsesión» por recuperar el archivo de su abuelo. Una parte, según relató, la encontró en el sótano de su casa de París y otra obtuvo tras morir su tío. Creó la Fundación Juan Negrín y tras años de lectura tras recopilar 500.000 documentos y 14.000 libros de la biblioteca particular de su abuelo, creó un archivo en Las Palmas de Gran Canaria, de donde era originario Negrín. De estos documentos, quitando copias, «nos hemos quedado con unos 154.000 originales, aunque siguen apareciendo cajas». «Es parte del patrimonio nacional y sentí que debía compartirlo», señaló Carmen Negrín, quien avanzó que en un futuro se podrá consultar íntegramente a través de internet. Además, consideró que la familia Franco debería hacer lo mismo y abrir su archivo a la sociedad.

«Como médico a mi abuelo le interesaba más la vida que la muerte. Entre la documentación encontré condenas a muerte de los últimos días de la Guerra con sus anotaciones, deduje que les estaba dando tiempo para que esas condenas no se aplicaran, en ninguna ponía efectuar la condena», indicó.

Carmen Negrín también repasó el exilio como presidente del Gobierno, primero en Inglaterra y luego, una vez acabada la Guerra Civil, en México. Narró sus premoniciones sobre el estallido de la II Guerra Mundial y sus intervenciones en Naciones Unidas en favor del Plan Marshall para «mejorar las condiciones de vida de los españoles». También aludió a su vasta formación y a su dominio de varios idiomas. Y destacó sus conocidos «Trece puntos» con los que intentó llegar a un acuerdo con Franco, entre los que resaltó tres: la amnistía, la renuncia a la guerra como instrumento político y la celebración de elecciones.

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