«No podemos tener a un vicepresidente y a dos ministras del Gobierno diciendo que hay que hundir al turismo». El presidente de la cadena hotelera Room Mate, Kike Sarasola, fue el encargado de explicar ayer en el foro el papel de los empresarios en la reactivación económica. En su intervención, en la que expuso la trayectoria de su empresa turística, creada en el año 2005, Sarasola lamentó que el Ejecutivo de Pedro Sánchez no haya dado un apoyo claro y definitivo a este sector: «En algunos países se han prolongado los ERTE hasta diciembre de 2021 para apoyar a los empresarios; en Italia se han dado bonos de 600 euros para que las familias los gasten en hoteles de su país; y aquí no logramos convencer a nuestros políticos de la importancia de apoyar al turismo y hasta el último día de una medida no sabemos qué pasará al día siguiente», trasladó, para después quejarse de que el turismo «no está sentado en ninguna mesa de recuperación».

Sarasola, cuyo grupo cuenta con 30 hoteles en siete países, además de una filial de apartamentos turísticos, y que en 2009 facturó 108 millones de euros, explicó que, «gracias a Dios, más del 70% de nuestros hoteles están fuera de España, porque estamos haciendo una comunicación y una gestión nefasta de esta pandemia y nuestra imagen internacional está por los suelos». El empresario echó en falta una batería de medidas comunes en todas las autonomías para analizar la incidencia del SARS-CoV 2 y reivindicó una fuerte campaña de reposicionamiento de la marca España para devolver la confianza a los extranjeros. Como ejemplo, avanzó que a partir de la próxima semana hará en sus hoteles test de antígenos a todos los turistas y a los empleados cada cinco días como medida de seguridad de cara al turista. «Son pruebas que cuestan 4,5 euros. Si las podemos hacer nosotros, ¿por qué no hacerlas a nivel general?».

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Empresarios reclaman en Benidorm un gran plan de apoyo al turismo