El retraso educativo que acumula el alumnado en general, a consecuencia del confinamiento obligado durante el último trimestre del curso pasado por la pandemia, lleva de cabeza a las familias que ya han alertado a la Conselleria de Educación de que numerosos estudiantes se empiezan a quedar descolgados también de la enseñanza este curso cuando tienen que guardar cuarentena.

En cuanto surge algún caso positivo del que hayan sido contacto estrecho, los alumnos que se ven confinados pierden de forma mayoritaria la dinámica del curso, «por más deberes que les pongan», lamenta Sonia Terrero, presidenta de la confederación de padres de alumnos Covapa.

«Como mucho les ponen deberes y que se busquen la vida. Hablo por experiencia propia porque le ha pasado a mi hija también, que ha pasado casi quince días abandonada en cuarto de Primaria», añade Terrero en nombre de «tantas madres a los que les está pasando lo mismo, tal y como nos está llegando a la confederación».

Explica que cuando su hija volvió a clase, se encontró con que debía hacer tres exámenes que se había perdido durante el confinamiento, lo que tampoco le permitió incorporarse al ritmo que llevaba el resto de sus compañeros. «Se quedan muy descolgados. El confinamiento lo determina un médico pero ni las familias ni todos los profesores está preparados para una enseñanza online que sea realmente eficaz, y el perjudicado, para no variar, es el alumno», insiste Terrero.

Durante la cuarentena a que se ven obligados, estos alumnos «ni pueden ir a la escuela ni tampoco tienen en casa la atención necesaria, porque hacer deberes un día tras otro no es aprender y mucho me temo que vamos a seguir teniendo estos problemas todo el curso», sentencia la presidenta de Covapa.

A punto de cumplirse el primer trimestre del curso, los padres se quejan de que está quedando «demostrado que no estaban hechos los deberes de la enseñanza online, ni por parte del profesorado ni entre las familias porque no todas disponen de sistemas online. En lugar de un trimestre vamos a perder el curso entero», lamenta Terrero en referencia al último de curso pasado que pasaron confinados todos los alumnos por el estado de alarma.

Deberes

El presidente de la federación provincial de padres Enric Valor, Txomin Angós, corrobora que la mayoría del profesorado opta por «poner demasiados deberes» cuando un alumnado está en cuarentena, y que tampoco se echa mano de la enseñanza online para que los que no pueden ir a clase a diario -porque no hay sitio para todos a consecuencia de las medidas de distancia contra el coronavirus-, puedan aprender y seguir conectados.

Al igual que Terrero, aunque en su demanda se erige en portavoz de las familias a las que representa, Angós pone como ejemplo la situación de su hija, en su caso en Secundaria. «Es muy trabajadora y se lo toma muy a pecho, pero no hay aliciente posible cuando se añade la intención señalada por la ministra Celaá de que se favorezca que nadie suspenda. El que se esfuerce pensará que para qué si su compañero, sin pegar golpe, va a superar el curso igual», critica.

El portavoz de la Fapa Enric Valor vuelve a reclamar una vez tras otra ante las autoridades educativas la urgencia de tomar medidas este mismo curso. Angós aboga por una «presencia absoluta» en las aulas porque de otra forma a los estudiantes «les ponen deberes como para que no respiren el día que no van a clase, y el ejemplo lo tengo en casa», insiste.

La situación le parece «muy preocupante», al igual que a la representante de Covapa, quien ha abogado ante Educación para que «durante este primer trimestre se pusieran los medios necesarios para facilitar dispositivos y que profesorado y alumnos aprendieran, para facilitar las cosas cuando no puede haber presencialidad, pero de nuevo no se nos ha escuchado y estamos como al principio», sentencia.

Un reciente informe sobre las consecuencias educativas del covid abunda en las quejas de estos representantes de los padres al ponderar que seis de cada diez familias consideran que sus hijos aprenden peor cuando están confinados y que aunque el 37% cree que los colegios lo hacen lo mejor que pueden para salvar el barco, opinan que no es positivo para sus hijos porque no se hace el trabajo adecuado.

A las reclamaciones de los padres, desde Educación recuerdan que cualquier docente, como durante el estado de alarma, puede enviar tareas y trabajos a sus alumnos a través de las plataformas Aules o WebEx para hacer videoconferencias. «Las licencias WebEx en Primaria son por aula-grupo, las claves la tiene el tutor o quien le sustituya si está de baja, y en Secundaria cada docente tiene su propia licencia WebEx y puede crear tantas aulas virtuales como grupos tenga». Concluyen por otra parte que para que todas las clases fueran hoy presenciales harían falta el doble de docentes.