Un informe del “lobby” empresarial turístico Exceltur, que agrupa a las grande empresas de España, incluidas asociaciones y cadena hoteleras de la Costa Blanca, ha constatado que la recuperación de los viajes de vacaciones en Europa desde finales de marzo ha superado, incluso, los condicionantes macroeconómicos, de forma que el PIB turístico se ha situado ya en el segundo trimestre, hasta el pasado junio, en niveles superiores a los de 2019, antes de la pandemia. Según Exceltur la contribución del sector turístico al PIB de la provincia de Alicante ronda los 16.000 millones de euros año y posibilita 44.000 empleos directos y cerca de 300.000 en total. La patronal Cehat comparte la impresión de que va a ser un gran verano, pero advierte de que las reservas entran casi el mismo día que el cliente decide viajar y teme el posible impacto negativo de una devaluación de la libra frente al euro tras la caída de Boris Jhonson.
El turismo supone el 16,6% del PIB de la Comunidad y el 85% de la actividad se desarrolla en la costa de la provincia de Alicante. El verano se presenta, pues, excelente, aunque siguen la incertidumbre de cara al otoño, arranque de la temporada baja, cuyos resultados dependerán mucho del control de la inflación, hoy desbocada y por encima del 10%, algo insostenible. La patronal asegura que ha asumido el 76% del aumento de los costes por la inflación descontrolada al no poder trasladarlos al bolsillo del turista por la crisis los que reducirá a la mitad de los posibles beneficios de este año de recuperación.
Según Exceltur, la recuperación de la demanda embalsada desde la pandemia favoreció primero a Canarias, en el inicio del año, y a partir de la Semana Santa a destinos peninsulares, como la provincia de Alicante y a Baleares. Asimismo se recupera con más fuerza de la prevista inicialmente el turismo de negocios y congresos, de acuerdo con el informe de Perspectivas de Exceltur.
No obstante, esta recuperación de la demanda, con el consiguiente aumento de la facturación empresarial, no se ha traducido en unos resultados "acordes" debido al aumento de los costes (del 25 % en los energéticos, del 16% en suministros y del 7,5% en los laborales). Los precios finales han subido una media del 7 % y los empresarios sólo han podido trasladar un 23,4 % de los sobrecostes. En todo caso, Exceltur aclara que esta subida de precios es inferior a la del conjunto de la economía, que cifra en el 10,3% sobre 2019.
"Nos incomoda que se nos pueda estar instrumentalizando con lecturas políticas interesadas, que dicen que el sector turístico se va a forrar". Son lecturas "nada rigurosas", subraya el vicepresidente ejecutivo de Exceltur, José Luis Zoreda.
En el escenario hay problemas adicionales con la operativa y el personal, ante la dificultad "generalizada" en España y Europa de contratar empleados formados en los puestos de base y en los aeropuertos, el servicio en tierra ("handling") y la hostelería, entre otros, así como por la baja dotación de personal en servicios clave para la conectividad, como el control policial en los aeropuertos.
En materia de empleo, el sector turístico alcanzó en junio, por primera vez, niveles previos a la pandemia y se redujo en 46 puntos la temporalidad de los nuevos contratos firmados tras la reforma laboral, por encima del conjunto de la economía, dice Exceltur, que destaca el "compromiso empresarial con la mejora del empleo".
La demanda extranjera ha repuntado con fuerza en mayo y junio gracias, sobre todo, a la fuerte recuperación del turismo europeo, y en particular de los países de Centro Europa (Holanda, Austria y Luxemburgo) junto con los países del Este, a pesar de la guerra de Ucrania. Entre los grandes emisores de turistas a España destaca el buen desempeño de Francia, "con un mayor rezago" en Reino Unido, Alemania e Italia, mientras que Estados Unidos tira con fuerza.
En este escenario, los hoteles del litoral de la Costa Blanca han arrancado la temporada alta con una previsión del 80% para este julio, un 19% más que en 2021. Benidorm parte con reservas del 85%, el litoral de Castellón cuenta con un 53,4% de reservas, el litoral de Valencia un 83,8%, el litoral de Alicante un 79,79% y la ciudad de València prevé un 74,2%. La previsión de ocupación media para los hoteles del litoral en este mes de julio arranca con un 75,7%, lo que supone un 18,5% más que en 2021. Así se desprende del sondeo realizado por Turisme a una muestra representativa de establecimientos hoteleros. Los hoteles del litoral de Alicante (sin incluir Benidorm) estiman una ocupación del 79,79%, lo que implica un 18,4% más que en junio 2021.
Francesc Colomer, apunta que las previsiones muestran que “hay dinamismo en el sector, aunque nosotros siempre somos conservadores y prudentes a la hora de ofrecer cifras, puesto que nuestro objetivo es lograr en este ejercicio la recuperación del turismo a medio plazo, y no únicamente durante la temporada de verano”. Además, Colomer apunta que “más que nunca nos movemos con datos que son muy sensibles, sobre todo porque el turista, cada vez más, toma sus decisiones de viaje a última hora”.
Campings
La Asociación de Campings de Alicante también prevé alcanzar, por su parte, este verano los niveles de ocupación de 2019, sobre un 75% en parcela y un 90% en la oferta de cabañas, gracias al repunte de la demanda de este modelo vacacional que se ha recuperado y puesto en valor en los últimos años, según ha explicado hoy el presidente, Sergio Gómez.
No obstante, la previsión en función de reservas y peticiones actuales está a expensas de la evolución de la economía, que es muy fluctuante, y de la situación del covid, aunque este modelo vacacional cuenta con la ventaja de permitir distancia y espacios al aire libre muy abiertos, comenta.
Por el momento, la previsión de la ocupación para el mes de julio, es de un 70% en parcelas y un 85% en cabañas, con picos durante los fines de semana que alcanzan de media entre el 90 y 95%. Para el mes de agosto, la Asociación de Campings de Alicante espera mejorar los registros, con una previsión del 80% en parcelas y un 95% en cabañas, y los fines de semana con un lleno completo.
El proceso de actualización del modelo de campings convencional, la mejora de los servicios e instalaciones y el incremento de nuevas prestaciones en sus instalaciones ha hecho de esta alternativa una opción para una parte importante del mercado turístico que busca espacios naturales, libertad y aire libre. “Todo ello en entornos con una oferta completa como es nuestra provincia de Alicante, donde se dan instalaciones de campings en lugares muy próximos a parques naturales, playas, grandes ciudades, entornos con patrimonio, ocio, cultura y restauración, que complementa la oferta vacacional de estas familias”, comenta Gómez.
El cliente tipo ha ampliado su perfil, compuesto por familias y usuarios más jóvenes, así como grupos procedentes de toda Europa que encuentra en este tipo de instalaciones un refugio del clima de sus países de origen, en invierno con un usuario de más edad, y en verano, de tramos más jóvenes. También es recurrente el usuario de fin de semana que disfruta de las instalaciones de los campings de la Costa Blanca durante todo el año.
Por otro lado, Exceltur exige al Gobierno que regule los inmuebles de uso turístico en la futura ley de vivienda, así como las obligaciones de las plataformas en línea de alquiler de este tipo de alojamientos. José Luis Zoreda, considera "prioritario y urgente" que se impulse una política de Estado por parte del Gobierno central en este materia. A su juicio, es preciso que se dote de seguridad jurídica al sector, que se cumplan las normativas autonómicas y locales para tratar de encajar el uso de estas viviendas de uso turístico con la preservación de la identidad y la calidad de vida a nivel local.
Por ello, añade, es clave una regulación nacional que fije la naturaleza jurídica del alquiler de viviendas como alojamientos turísticos y el régimen jurídico de sus contratos así como el tratamiento y obligaciones de las plataformas "online". Exceltur está trabajando en un informe sobre este sector en coordinación con algunos de los principales ayuntamientos del país (Madrid, Barcelona, Sevilla, Málaga, San Sebastián y Valencia) para situar el problema que generan estas viviendas.
