La restauración "estornuda" con los días de viento en Alicante

Los hosteleros señalan que sus locales cuentan con menos clientes durante los días de alerta y que, en su lugar, las cadenas de comida rápida facturan más por los pedidos a domicilio

Fuertes rachas de viento en Alicante

Alex Domínguez

Alberto Losa

Alberto Losa

Los días de viento dejan una estampa inusual en Alicante. Las terrazas de los restaurantes están vacías, los comercios cuentan con menos clientes y el número de personas en la calle es inusualmente escaso. En especial, al compararlo con los recientes días de Navidad y con el inicio de las rebajas, que han animado a miles de personas a pasear por la ciudad.

La hostelería se encuentra con una peculiaridad: sus pérdidas son las ganancias de otros. En concreto, la de los servicios de comida a domicilio, que principalmente sirven a cadenas de comida rápida como hamburgueserías o cocina típica italiana o de países orientales.

"Con todas las alertas que hay la gente se queda más en casa. Se junta también que es enero así que es normal, contamos con ello.", valora César Anca, presidente de la Asociación de Restaurantes de Alicante (ARA). El restaurador añade que "apetece más estar en casa, al igual que pasa con los días de lluvia".

Las terrazas reciben el impacto más visible: "Es imposible en días como estos, las terrazas son imposibles". Anca, además, lanza un órdago a la administración y reclama más agilidad para poder instalar paravientos, que permitan abrir las terrazas en días en los que el tiempo no acompañe: "Hasta que no cambien la ordenanza y se puedan poner paravientos, no hay manera".

Dos personas pasan junto a una terraza recogida en la plaza de los Luceros, este miércoles.

Dos personas pasan junto a una terraza recogida en la plaza de los Luceros, este miércoles. / ALEX DOMÍNGUEZ

La pérdida de la restauración media o alta es la ganancia de los restaurantes de comida rápida. En concreto, de las empresas que ofrecen un servicio de comida a domicilio, como ratifica el propio Anca: "En estos momentos los más favorecidos son los que hacen comida para llevar. Nosotros al ser restauración media-alta no hacemos tanto 'delivery', como sí hacen la comida italiana, china o el 'fast food'".

El mal tiempo llega a la restauración tras una gran campaña de Navidad. A principios de enero, las asociaciones hosteleras indicaban que la campaña navideña había estado al nivel del último año previo a la pandemia "o incluso mejor". En esa ocasión, gracias al inusual calor en Navidad, como indicaba el presidente de la Asociación de Locales de Restauración y Ocio de Alicante (Alroa), Javier Galdeano: "Suma que ha sido la primera campaña sin restricciones, que la gente tenía ganas de celebrar y que ha habido buen tiempo y el resultado ha sido increíble".

Comienza la venta de abrigos

También el comercio nota el impacto del viento en Alicante. En especial los dedicados a la venta de ropa y textil al por menor. Lo que había sido un mal invierno para la venta de prendas de abrigo está comenzando a dar un respiro al sector, al iniciarse la venta de estas prendas: "Prendas de abrigo, sobre todo, y calzado de invierno están comenzando a salir del 'stock' de los comercios", valora Vicente Armengol, presidente del Colectivo de Comerciantes por Alicante.

El representante comercial indica, sin embargo, que "no favorece el tema del viento aunque sí el frío", ya que "aunque por la mañana se nota un trasiego de gente que sale a trabajar o a hacer gestiones, por la tarde hay una calma chicha".

Los comerciantes no tienen cifradas las pérdidas que les supone cada día de fuertes vientos, pero señalan que es una situación similar a la de los días lluviosos: "No suele pasar a menudo, no lo tenemos cifrados. A veces nos viene bien porque turistas que iban a hacer alguna excursión se quedan en la ciudad. Las tardes de lunes a jueves suelen ser tranquilas, y si el tiempo es desagradable invita poco a salir".

En su caso, la pérdida del comercio físico no se ve relevada en las tiendas online, en aquellos establecimientos que cuentan con su réplica digital: "En el universo online no hace frío", subraya Armengol. Donde sí pueden encontrar un pequeño acicate es en la venta por impulso: "A veces puedes pasar por un escaparate en un día así y decir: ostras, no tengo ese suéter calentito o me faltan unas botas".