El sistema educativo fracasa en la lucha contra el ciberacoso, que aumenta hasta el 26% de los casos de violencia escolar

Educación apuesta por el tercer orientador en los institutos con más alumnos para tratar de atajar el repunte de casos en la provincia

El ciberbullying alcanza al 26,275 de los casos de violencia escolar en Alicante

El ciberbullying alcanza al 26,275 de los casos de violencia escolar en Alicante / E. PRESS

Victoria Bueno

Victoria Bueno

El sistema educativo no parece dar con la fórmula que permita, cuanto menos, reducir los casos de ciberbullying o acoso a través de las redes

Según los últimos datos aportados desde la Conselleria de Educación a petición de este diario, el ciberacoso ha experimentado un repunte respecto al curso anterior a la pandemia, y ya suma el 26,27% del total de los casos que colegios e institutos de la provincia vuelcan en la plataforma Previ, de prevención de la violencia, cada curso. Son casi dos puntos más que en el curso anterior a que explotara la pandemia del coronavirus.

Actividad contra la violencia escolar en un colegio de la provincia

Actividad contra la violencia escolar en un colegio de la provincia / RAFA ARJONES

En la constante lucha de las autoridades frente al ciberacoso escolar, pese a que no se lleva a cabo de forma presencial ni física en las aulas porque lo que se emplea para difamar y violentar a otros compañeros son las redes sociales, la presencia de los orientadores se empieza a constatar como «fundamental» desde las direcciones de colegios e institutos, toda vez que ya este curso han aumentado su presencia en los centros hasta un 30%.

Clamor

Educación ha decidido atender el clamor de los centros, donde el profesorado se ve imposibilitado de abordar con éxito esta lacra, y ha optado por aumentar todavía más este personal sumando un tercer orientador, con formación tanto pedagógica como psicológica, destinados a los centros más grandes, aquellos institutos con una mayor cantidad de alumnos.

Y es que las últimas cifras registradas muestran una progresión ascendente hasta el último curso computado hasta el momento en casos de ciberbullying.

En 2021-2022 se consignaron 62 casos desde los centros educativos, frente a los 56 del curso anterior, 2020-21, los 55 del 2019-2020 en que explotó la pandemia, y los 51 casos registrados justo antes de la pandemia, en el curso 2018-2019.

Los colegios incorporan programas de concienciación contra el conflicto

Los colegios incorporan programas de concienciación contra el conflicto / ISABEL RAMON

Aunque desde la conselleria precisan que podrían existir duplicidades entre los últimos casos computados, y que se tienen que considerar «provisionales» hasta determinar con precisión que no se refiera alguno de ellos a acoso sin la intervención de las redes, lo cierto es que admiten el «repunte» observado respecto al curso anterior a la pandemia.

Refuerzos

En esta linea subrayan desde el departamento que dirige la consellera, Raquel Tamarit, que «se están redoblando esfuerzos para prevenir el ciberacoso» y que al respecto se han distribuido «nuevos protocolos de prevención y actuación ante el acoso escolar en general y específicos contra el acoso por motivos de LGTBIfobia, diversidad funcional y ciberacoso».

Además se ha editado una nueva guía dirigida a todos los integrantes de la comunidad educativa, Món Ciber, «con la que aspiramos a facilitar, mediante consejos y materiales enlazados, que la inmersión a los mundos virtuales sea más segura y provechosa, siendo conscientes de que el entorno digital comporta riesgos y que , si pasa algo, tenemos que saber cómo actuar».

Recibir amenazas e insultos a través de las redes aisla a la víctima y le genera temor constante

Recibir amenazas e insultos a través de las redes aisla a la víctima y le genera temor constante / Pilar Cortes

La citada guía incluye cierto parámetros de la OMS, Organización Mundial para la Salud, según la cual el uso diario de las redes sociales durante más de 2 horas se considera «conducta adictiva», así como tener más de 500 amigos y jugar menos de dos horas al día.

E introduce términos como el sexting o difusión de imágenes de contenido erótico del propio remitente; el grooming o engaño a un menor a través de internet con fines sexuales; y el ciberbaiting o ciberacoso en el que el objetivo es el profesorado.

 En la lucha contra el ciberacoso que no cesa, y pese a multitud de programas y tutoriales destinados a los menores escolares, Educación también acaba de implantar una nueva asignatura en el primer curso de la ESO, pero que es optativa: Cultura digital y relaciones digitales saludables. El contenido de la materia se refiere precisamente a la prevención del ciberacoso.

Además, en el nuevo módulo sobre Proyectos Interdisciplinarios que se ha introducido desde este curso con la implantación de la nueva ley educativa, Lomloe, se ofrece a colegios e institutos la posibilidad de impulsar planes propios relacionados igualmente con la prevención del acoso y el ciberacoso.

Los centros

Pero en los centros sopesan que son sus propios planes, actividades e implicación de toda la comunidad educativa los que logran reducir el maltrato entre iguales, a través del supuesto anonimato que favorecen las redes sociales.

Eso y los orientadores, presencia que la totalidad de los directores consultados, tanto en centros de Primaria como de Secundaria, coinciden en subrayar que son fundamentales y muy efectivos.

De hecho, mientras institutos a los que no ha llegado el tercer orientador reclaman el refuerzo porque «nuestras dos orientadoras no dan a basto con el tema en un centro con 2.000 alumnos, aunque lo trabajamos a todos los niveles y desde todos los frentes para conseguir pararlo», como indican desde el IES San Vicente; otros como el IES Mare Nostrum de Alicante celebran que acabe de llegar el citado profesional cuyo refuerzo califican de «fundamental».

«Aunque es pronto para valorarlo, estoy seguro de que su presencia se notará rápidamente porque son tantos los casos de alumnado que requieren intervención, por múltiples causas, que era fundamental reforzar este departamento», apunta el director del centro.

Jóvenes con móviles

Jóvenes con móviles / RAFA ARJONES

Orientadores

El orientador es generalmente un psicopedagogo que no solo diagnostica los posibles problemas de aprendizaje del alumnado, sino que les acompaña de forma individual en cada una de las etapas, tengan o no dificultades, y su inclusión en los claustros favorece la atención directa e inmediata en caso de conflictos.

Los centros también valoran la utilidad del programa institucional, Previ, pero más bien a título informativo sobre los casos que se producen, y para que Educación pueda enviar si lo considera a la unidad especializada integrada por psicólogos.

Lo que destacan en colegios e institutos son las actuaciones que promueven en el centro a través de la mediación o las tutorías entre iguales, más eficaces, señalan, cuanto más implicada esté el conjunto de la comunidad educativa, incluidos los padres.

«Hay que trabajar los problemas desde el más mínimo conflicto para no tener que necesitar el Previ», apuntan en uno de los colegios, que en general echan mano mucho menos de este recurso que los centros de Secundaria.

Son los orientadores los que también entre los niños más pequeños, logran «una respuesta rápida y mejor para el seguimiento adecuado, tras detectar la más mínima sospecha de acoso en un centro», como destaca la portavoz provincial de los directores de Infantil y Primaria, Isabel Moreno, directora en el colegio Port de Xàbia donde, afirma, «nunca hemos hecho uso del Previ, no ha hecho falta, trabajamos desde la prevención de conflictos», concluye.